Imagen trasera del prototipo experimental
Industria
Rusia electrifica uno de los coches míticos de la transición española
Hay cosas que uno piensa que no va a ver jamás, como esta versión realizada por ingenieros rusos a partir de uno de los coches más populares de la historia de España
El embargo a Rusia está haciendo estragos, la industria automovilística mundial prácticamente ha desaparecido del país, lo que ha obligado a recuperar sus viejas fábricas de vehículos autóctonos de las marcas Lada o Volga, que conviven con coches chinos, otros de los beneficiados por la situación.
En este caso Rusia se niega a quedarse alejada de la electrificación, una corriente cada vez más implantada en Europa y en el mundo, pero como carece de tecnología propia y de desarrollo de vehículos ha optado por electrificar algunos de sus más míticos modelos.
Electrificando mitos del pueblo
En este caso nos referimos a un automóvil que fue un verdadero mito de la transición española: el Seat 124. Este modelo fue producido en España con licencia de Fiat entre los años 1968 y 1980 con un resultado comercial excepcional.
Imagen trasera del Lada Zhiguli también conocido como VAZ 2101 eléctrico
Nació como respuesta a una creciente clase media española que cada vez pedía coches de mayor calidad y más grandes para poder viajar en familia. Así vio la luz este vehículo producido con licencia de Fiat, firma originaria del mismo.
Origen italiano
Los curioso es que ahora 65 años después y cuando el coche ha entrado por méritos propios en plena edad de jubilación, la firma Lada ha presentado en uno de los certámenes rusos del automóvil el 2101e, la versión electrificada del mismo.
El flamante motor eléctrico del vehículo
La verdad es que resulta chocante ver un vehículo que forma parte de la historia viva del automóvil nacional con una toma de corriente para cargar la batería, curiosamente los rusos no han tocado nada del vehículo, ni el interior ni los abridores de las puertas, y se han limitado a sustituir el motor por un propulsor eléctrico y el depósito de combustible por la batería.
Imagen de un Seat 124 a la rusa de 1980
En este caso de acuerdo con los datos técnicos proporcionados por el fabricante tiene 41 caballos de potencia, con una autonomía de 150 kilómetros y un peso de 1.050 kilogramos, un conjunto cuanto menos peculiar que trae al futuro un coche español de los de siempre.
En cualquier caso un ejercicio que indica que el futuro puede pintar francamente mal si tenemos que recurrir a vehículos del pasado pasa salir hacia delante.