¿Adiós a Waze y Google Maps?: la DGT acorrala a las aplicaciones de navegación

El final de la pasada legislatura y lo que llevamos de esta la DGT se ha convertido en una especie de think tank que no para de dar ideas en materia de seguridad vial que difícilmente llegan a ningún sitio, una verdadera pena porque en paralelo los siniestros en carretera no paran de crecer.

La sustitución de los triángulos de carretera por las luces de emergencia V16 es una de las pocas medidas que tiene pinta de ir para delante, de hecho será efectiva a partir del 1 de enero de 2026, mientras que otras como la reducción de los límites de alcoholemia siguen sin aplicarse, sin hablar de la actualización del Reglamento General de Circulación.

Normas en el aire

En este sentido la DGT anunció hace ya meses una cruzada contra los grupos y las redes sociales que avisan de la presencia de radares en carretera, por un lado los grupos de aplicaciones de comunicación como Whatsapp ya están siendo perseguidos y han dejado de funcionar en muchos casos.

Se trataba de grupos con más de 15.000 seguidores en los que las fuerzas de seguridad han optado directamente por aplicar a los administradores una antigua ley de seguridad ciudadana creada para perseguir a los colaboradores de la banda terrorista ETA que avisaban de controles a los comandos.

Hasta 20.000 euros de multa

En este caso se enfrentan a delitos graves y a sanciones de 20.000 euros, de hecho hay al menos dos denunciados, esto ha provocado que muchos administradores hayan optado directamente por cerrar los grupos.

En principio no consta que hayan perseguido a miembros de estos mismos grupos, pero la amenaza se cierne sobre ellos.

Respecto a las aplicaciones como Waze o Google Maps el problema es mucho más complejo, porque todas estas aplicaciones tienen una función que avisa de la presencia de radares, controles y accidentes de carretera. Funcionan como una verdadera red social de manera que los conductores van marcando los puntos por los que pasan en los que hay radares o algo así.

Se trata precisamente de la funcionalidad que quiere perseguir la DGT aplicando el método francés. En el país vecino se prohíbe a estas aplicaciones avisar sobre la presencia de radares, controles de alcoholemia o cualquier otro elemento similar. De hecho, en este país los conductores tan sólo pueden señalar la presencia de una incidencia en un área muy amplia, pero en ningún caso el lugar exacto.

En paralelo en Francia el Gobierno ha trabajado con las compañías de telefonía móvil para evitar que mientras haya controles en activo pueda enviarse ningún mensaje relacionado con los mismos en los programas de mensajería, la única manera con la que se logra evitar su uso.

Con la desaparición de esta función desaparecería uno de los principales atractivos de este tipo de aplicaciones.