La milonga de una fábrica de Tesla en Valencia o cómo Musk logró que Macron, Meloni y Pedro Sánchez le hicieran la pelota

En 2022 cuando la Unión Europea se empeñaba en confirmar la prohibición de los coches de combustión muy pocos podían anticipar cuál sería la evolución de los coches eléctricos con el paso de los años.

Los planes anticipaban una eclosión de las ventas de coches eléctricos en toda Europa y adelantaban una demanda ingente de este tipo de automóviles. En aquel momento Tesla se había convertido en una verdadera revolución con un crecimiento exponencial de ventas y planes para la construcción de una decena de factorías en todo el mundo.

Una decena de factorías Tesla

Desde 2019 funcionaba ya la planta de Tesla en Berlín, pero las previsiones de ventas en Europa anticipaban la necesidad de una segunda factoría, lo que hizo que Elon Musk se dejara querer en toda Europa.

En aquel momento, los presidentes de los principales países europeos candidatos a su emplazamiento —Meloni en Italia, Macron en Francia y Sánchez en España—, se daban codazos por hacerse fotos con Elon Musk y en una palabra, hacerle la pelota.

Ximo Puig lo estropeó todo

Según se filtraría después, las negociaciones de Tesla con la Generalitat Valenciana presidida por Ximo Puig comenzaron en 2022.

Valencia intentó hacer valer argumentos tan contundentes como la disponibilidad española de energías renovables, el bajo coste de la mano de obra y el emplazamiento estratégico de Valencia de cara a todo el Mediterráneo.

En aquel momento se llegó a filtrar que el propio Elon Musk había visitado la zona donde podrían estar ubicadas las instalaciones de la gigafactoría, que supondría una inversión de más de 4.000 millones de euros y la contratación de más de 3.000 trabajadores.

Más de 3.000 empleos

La negociación descarriló cuando en plena campaña electoral alguien del entorno de Ximo Puig filtró a los medios que las negociaciones estaban en marcha y que Valencia era la candidata mejor posicionada para la construcción de la nueva factoría por delante de Francia e Italia.

Una indiscreción con la que Puig trataba de ganar votos en las elecciones a la Comunidad Valenciana, pero que enfadó sobre manera a Elon Musk, que no solo dio por terminadas las negociaciones sino que abrió una nueva ronda de reuniones con los presidentes Macron y Meloni, pero excluyó a Sánchez.

La baja demanda de coches eléctricos en España y en general en el mundo provocó que Tesla anulara sus planes de expansión y se centrara en sacar adelante las factorías que ya estaban en funcionamiento, mientras que a Ximo Puig le salió el tiro por la culata, pues ni ganó las elecciones ni Valencia fue la sede elegida para la gigafactoría de Tesla, pero Musk logró pasearse por Europa...