Un sencillo gesto que puede ser vital en las calles

Una maniobra que puede ser vital en las calles

Seguridad vial

La DGT vuelve a recordar la importancia de abrir la puerta del coche a la holandesa

Se trata de un sencillo gesto con el que podemos evitar un accidente relativamente habitual y que puede ser muy grave

Aunque los usuarios vulnerables son mucho menos habituales en las calles y en las carreteras que los vehículos convencionales, las estadísticas indican que están presentes en numerosos accidentes, muchas veces con consecuencias fatales, pues ellos no están protegidos por la carrocería de un coche.

Con el nombre de usuarios vulnerables la DGT se refiere fundamentalmente a los ciclistas, los peatones o los usuarios de vehículos de nueva movilidad como los patinetes. Al volante es importante tener claro que el menor gesto extraño puede traducirse en un accidente para uno de estos vehículos.

Atención a los gestos

Por ejemplo si cambiamos de carril bruscamente y sin señalizar no es difícil que tiremos al suelo a un ciclista. Otra de las maniobras críticas se produce cuando vamos a salir del coche, si abrimos la puerta del conductor o la del acompañante sin mirar es muy sencillo que le demos un portazo si viene una bicicleta o un ciclomotor, algo que puede convertirse en un accidente muy grave.

Abrir la puerta compromete siempre la integridad de los ciclistas

Así nació la maniobra de abrir la puerta a la holandesa que practican en aquella zona de Europa desde hace años, en este caso es algo tan sencillo como abrir la puerta con la mano contraria al lado del coche por el que pretendemos bajar.

De esta manera el gesto de cruzar el cuerpo nos permite mirar si viene detrás alguno de los citados vehículos, bien por la carretera o bien por la acera, incluso podemos ver si lo que se acerca es otro coche o un autobús, en cuyo caso si abrimos sin mirar podríamos generar un accidente de consecuencias impredecibles.

En este caso la DGT lo tienen claro, la maniobra holandesa a la hora de abrir la puerta de un automóvil es siempre sinónimo de seguridad, especialmente con la llegada del buen tiempo que ha multiplicado el uso de las bicicletas.