Fábrica del nuevo Volkswagen Tiguan

Industria

VW y Stellantis confirman la parada inminente de algunas fábricas europeas mientras Bruselas mira para otro lado

La falta de demanda del mercado está provocando una crisis de superproducción en el sector del automóvil, que reducirá la fabricación de vehículos este mismo año

Hace solo unos días que Stellantis encendía la luz de alarma cuando confirmaba su intención de realizar paradas técnicas en seis de sus fabricas europeas, una parada que va a afectar a sus plantas españolas en Madrid y Zaragoza, aunque parece que por el momento Vigo se libra.

Hablamos de 14 y 7 días de parada durante los cuales sus líneas de montaje no producirán un solo coche, uno de los peores escenarios a las que se puede enfrentar una factoría.

Anormal pero... normal

Desde el grupo francoitaliano explicaron ya que se trata de una situación relativamente normal en un entorno de ajuste de producción a la baja por la falta de demanda del mercado europeo.

Los coches no deben seguir almacenándose en campas

Ahora ha sido Vollkswagen quien confirma la parada de dos de sus plantas en Europa en concreto se trata de la fábrica Zwickau, en Alemania, donde se produce el Audi Q4 e-tron la que cesará en su actividad durante una semana.

Caen las ventas de coches

La factoría de Emden, también en Alemania, responsable de los ID.7 e ID.4 también dejara de fabricar coches. En ambos casos se trata de plantas especializadas en coches eléctricos, los que a día de hoy son los más afectados por la falta de demanda que muestran los consumidores europeos.

A esto también hay que sumar la caída de ventas experimentadas por las marcas europeas en China, pues sus coches han dejado de ser aspiracionales frente a los chinos, mucho más tecnológicos y baratos.

Los aranceles al automóvil han perjudicado a todos

Por último los aranceles de Trump han sido la puntilla a una situación que parece empujar al precipicio al automóvil europeo mientras hace unos días Bruselas en lugar de salir en su apoyo retrasó hasta final de año cualquier decisión respecto a la prohibición de los motores de combustión.

Oídos sordos

En concreto los fabricantes europeos piden con una sola voz que se eliminen definitivamente las multas por las emisiones de CO2 previstas para 2027 a la vez que exigen que Bruselas aclare si va a permitir que se sigan vendiendo coches híbridos más allá de 2035, uno de los principales caballos de batalla de Bruselas.

A día de hoy la industria europea del automóvil ve en los coches híbridos su tabla de salvación frente a la fallida electrificación, pues estos coches se han convertido en los más vendidos del mercado desde hace ya meses.