Imagen de la unidad de la Casa Real
Deportivo
Sale a la luz el coche olvidado de Juan Carlos I: solo se fabricaron 200 unidades
El hecho de pertenecer a la Familia Real Española ha sido uno de los principales argumentos de venta para este coche único
La afición del Rey Juan Carlos I al automóvil es del dominio público. Mientras reinaba, las anécdotas sobre sus paseos en las cercanías de La Zarzuela a bordo de los últimos deportivos del mercado corrían de boca en boca, unas reales y otras sencillamente inventadas.
Sirva como ejemplo aquella anécdota que contaban decenas de conductores en la que el propio Rey había aparecido a lomos de una moto BMW de gran cilindrada y les había ayudado a cambiar una rueda del coche.
Aficionado a las cuatro ruedas
Lo que sí parece claro es que entre la colección de vehículos de la Casa Real hubo vehículos míticos como un Porsche 959, aunque lógicamente tampoco existe confirmación oficial.
Lamborghini Islero, un coche muy poco conocido
En este caso ha sido la sala de subastas Broad Arrows quien ha sacado a la luz el que podría ser uno de los coches menos conocidos del Monarca. Se trata de un Lamborghini Islero, un vehículo realmente único del que se fabricaron poco más de 200 unidades, de las que quedan muy pocas en circulación.
Un miembro más
En la ficha técnica del vehículo aparece el comentario en inglés: «Originally owned by a member of the Spanish Royal family», o lo que es lo mismo que el vehículo había pertenecido originalmente a un miembro de la Familia Real española.
El Lamborghini en todo su esplendor
Se trata de un vehículo en color Azzurro Cielo con un motor de 12 cilindros en V y 340 caballos de potencia de los de verdad. El vehículo terminó en los Estados Unidos y volvió a salir a la luz recientemente cuando fue restaurado ya en Europa por Francesco D'Andrea.
La conservación es espectacular
Se trata de un vehículo extremadamente exclusivo que finalmente habría sido adjudicado durante una reciente subasta en Zurich por unos 290.000 euros, una cantidad que sin ser astronómica sí es elevada para un coche verdaderamente único tanto por el modelo del que se trata como por su primer propietario.
Recordemos que los automóviles clásicos se han convertido en un verdadero valor refugio para los millonarios similares al arte, pues el precio de este tipo de vehículos no para de subir cada año hasta cifras absurdas.
