Diseña un coche tan feo que ponen en la calle al creador del SUV más deseado de la historia

La historia del automóvil está llena de anécdotas, de aciertos y de grandes fracasos que han encumbrado y mandado al infierno a ingenieros, diseñadores y ejecutivos en cuestión de horas, algo tan sorprendente como real.

En 2008 veía la luz el primer prototipo del Evoque, un vehículo que nacía como el hermano pequeño del Range Rover Sport y que generaba serias dudas dentro de la firma, que creía que lanzar un coche tan pequeño y barato era tirar por tierra la imagen de la mejor marca de todoterrenos que existe.

Menudo pelotazo

Finalmente en julio de 2011 llegaba al mercado el Evoque y no solo fue un éxito, sino que su diseñador Gerry McGovern fue calificado como un genio del automóvil por ser capaz de inventarse un coche así que rápidamente se haría muy popular entre las clases más acomodadas de las ciudades.

Durante su vida comercial de la primera generación, la verdaderamente exitosa, la firma vendía más de un millón de unidades, convirtiéndolo en uno de los coches más rentables de la marca, al fin y al cabo aunque su precio medio rondaba los 50.000 euros se vendieron tantos que rompieron la caja de la marca. Una pena que la segunda generación tuviera muchos problemas de fiabilidad.

Problemas de fiabilidad

Hace solo un par de años que la marca, ahora propiedad de Tata, ponía en las manos de Gerry McGovern el futuro de Jaguar, la firma de berlinas de lujo que está hoy técnicamente cerrada, pues los planes para hacerla 100 % eléctrica no van por buen camino.

McGovern preparó un prototipo que fue presentado simultáneamente en capitales como Miami o París y la marca literalmente echó el resto en el último cartucho que le quedaba. Las críticas fueron feroces contra un coche del que decían que era innovación pura pero realmente lo que era es profundamente raro y feo y en ningún caso un vehículo del que pueda esperarse un gran recorrido.

Hace solo unos días el CEO de lo que queda de Jaguar y Land Rover mandaba a la calle McGovern de malas maneras, tanto que seguridad le acompañó a abandonar el edificio. Un triste final laboral para el creador del que un día fue el SUV más deseado del mercado.