Los trabajadores junto a una de las unidades producidas

Industria

Antes de irse al paro los trabajadores de una fábrica alemana de coches rinden homenaje a la última unidad

La crisis del automóvil europeo y las bajas ventas se han cobrado la primera fábrica, lo que ha mandado a la calle a cientos de trabajadores

Corría el año 2001 cuando el Grupo Volkswagen ponía en marcha la fábrica más moderna y exquisita del mundo para producir el que estaba llamado a ser el modelo más lujoso de la época, el VW Phaeton, aun hoy uno de los mejores coches que se han construido jamás.

Ubicada en Dresde, Alemania, la planta fue bautizada como Gläserne Manufaktur (Fábrica de Cristal) y contaba con suelos de tarima, no había prácticamente ningún ruido y la música sonaba por los altavoces. Un remanso de paz que llegó a producir un modelo de Bentley.

Sala de conciertos

Con el paso del tiempo fue adaptando su línea a la producción de modelos electrificados, y de allí salieron coches como el primer e-Golf, o el VW ID.3, siempre modelos de producción limitada. La cadencia de fabricación bajó hasta las 70 unidades actuales, una cifra insignificante.

La fábrica fue escenario de innumerables conciertos

Hace ya años que se anunció el cierre de la planta, pero las negociaciones con los sindicatos del metal alemanes han obligado a mantenerla en funcionamiento hasta que se alcanzó un acuerdo para llevar a cabo unos 35.000 despidos en la compañía para adaptar su volumen a las necesidades reales del mercado.

La joya de la corona

Tal y como anunciaron hace tiempo directivos de los principales grupos automovilísticos del Viejo Continente como Renault, Stellantis o Volkswagen, en Europa sobran fábricas de coches y las menos competitivas irán cerrando.

La fábrica contaba con la mítica torre de cristal para recoger los coches nuevos

El principal problema de esta planta, en la que el cliente podía ver el proceso de producción de su coche e incluso ir a recogerlo, es que los elevados salarios la hacían insostenible.

En la imagen de apertura el último día en el que la cadena de producción estuvo en marcha el turno laboral rinde homenaje al último coche producido, el ID.3 GTX, una ceremonia similar a la realizada recientemente en la fábrica de Ford en la que se producía el Focus, también cerrada hoy.