El Nissan Qashqai fue uno de los primeros SUV del mercado

Práctico

La avería que están provocando sin saberlos los propietarios de SUV

El desconocimiento de cómo funcionan realmente está detrás de problemas mecánicos graves con un coste elevado

A principios de los años 2000 la llegada de modelos como el BMW X3 o el Nissan Qashqai abría oficialmente el segmento de los SUV, técnicamente Sport Utility Vehicles.

Se trata de coches que mezclan la apariencia de un todoterreno con la habitabilidad de un monovolumen, una solución que tuvo tanto éxito que pronto saltó del segmento medio a todos los demás, es decir se hicieron SUV urbanos, compactos y grandes y lujosos SUV.

SUV para todo

Este tipo de vehículos popularizaron además la tracción integral, pues tenían poco sentido si no tenían 4x4, un sistema de tracción que se ha hecho cada más más valorado por muchos conductores, pues mejora mucho la seguridad al volante en situaciones concretas como por ejemplo cuando llueve y en general sobre firme deslizante.

La tracción integral se ha hecho cada vez más habitual

Lo que muy pocos propietarios de SUV con tracción integral saben es que este tipo de tracción necesita neumáticos determinados para no generar problemas. No nos referimos tanto al tipo de neumático como a que a la hora de sustituirlos no podemos cambiarlos de dos en dos, tal y como hacemos habitualmente en los coches tradicionales.

Nunca de dos en dos

Para conocer el porqué conviene saber que en estos coches los neumáticos trabajan conectados entre sí tanto en un mismo eje como los delanteros y los traseros. Entre ellos están los diferenciales, mecánicos o electrónicos, que permite que cada neumático gire a una velocidad diferente pero siempre sincronizados, para lo que es crucial que tengan la misma velocidad de giro.

El problema es que si montamos neumáticos diferentes o unos nuevos y otros usados el diámetro va a ser distinto, con lo que vamos a provocar una avería en los diferenciales con toda seguridad o un desgaste irregular, especialmente si circulamos habitualmente por asfalto.

En los coches con tracción integral los diferenciales sufren con neumáticos distintos

Esto se soluciona cambiando las cuatro cubiertas a la vez cada vez que detectemos que las de algún eje están gastadas. Aquí es más importante que nunca rotar los neumáticos de lado y de eje para evitar este problema y que el desgaste sea uniforme. De hecho la recomendación es montar incluso la misma marca y medida en los dos ejes. Recordemos que llevar neumáticos diferentes en un eje está prohibido y es sancionable.