Los hongos de playa no se producen por contagio
El hongo de playa, la infección que no duele ni se contagia
Se manifiesta en forma de manchas blanquecinas y se intensifican tras la exposición al sol
Las duchas de gimnasios o piscinas son el escenario perfecto para el contagio de hongos y bacterias siendo la dermatomicosis y sumicomicosis las infecciones más comunes. Evitar pisar en las zonas comunes con el pie descalzo y secarse correctamente son los consejos principales de los dermatólogos.
Sin embargo existe otro tipo de hongo que no se produce por contagio, nos referimos al hongo de playa, que se manifiesta en forma de manchas blanquecinas y se intensifican tras la exposición al sol.
En invierno, las zonas de piel afectas tienen una coloración rosada o marrón y en verano adquieren un color blanquecino, ya que el hongo situado sobre la piel impide que las radiaciones solares pigmenten esa zona y además produce una sustancia que frena la pigmentación.
Lo cierto es que esta infección no dolorosa está causada por el hongo Malassezia furfur que vive sobre la capa externa de la epidermis en pequeñas cantidades sin producir enfermedad y creciendo en áreas seborreicas o grasientas como el cuello, pecho superior y espalda. Por lo tanto no se contagia de persona a persona ni ocurre por problemas de higiene.
El origen de la infección, conocida científicamente como Pitiriasis versicolor, también se vincula a la debilidad del sistema inmune, a cambios hormonales y al uso de ciertos productos cosméticos, entre otros factores.
Cómo tratar estos hongos
Para tratar este tipo de hongos hay que acudir a un dermatólogo que será quien haga una valoración correcta de la enfermedad y pondrá un tratamiento que será normalmente con pomadas antifúngicas. Hasta que el especialista haga un diagnóstico preciso y ponga un tratamiento estas son algunas recomendaciones:
- Mantén el área afectada lo más seca posible para evitar que la grasa dé vida a los hongos.
- A la hora de la ducha aplicar jabón de azufre sobre las lesiones.
- El agua con bicarbonato de sodio o una solución de agua y vinagre resultan útil por sus propiedades antibacterianas.
- Suspender cualquier tipo de cosmético
- Usar ropa holgada y fresca para que se ventile la dermis.
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