Cómo evitar la salmonela al hacer mayonesa con huevo este verano, según una nutricionista

La mayonesa casera es un acompañamiento delicioso y versátil en muchas recetas de cocina. Ahora en verano, puede ser el acompañamiento perfecto para esos bocadillos que nos llevamos a la playa. Sin embargo, su preparación tradicional implica el uso de huevo crudo, lo que aumenta el riesgo de contaminación por Salmonella, una bacteria que puede causar infecciones graves y riesgos para la salud. Es por esta razón que Cristina Lora, nutricionista y experta en seguridad alimentaria, ha compartido un consejo práctico para que quienes aman la mayonesa puedan disfrutar de su sabor sin preocupaciones.

¿Qué es la Salmonella y cómo afecta la salud?

La Salmonella es una bacteria comúnmente asociada con alimentos crudos o mal cocinados, especialmente los productos avícolas y los huevos. La infección por este patógeno puede provocar síntomas como fiebre, diarrea, calambres abdominales y, en casos severos, puede requerir hospitalización. Por esta razón, es fundamental tomar precauciones a la hora de preparar alimentos que contengan huevo crudo.

Un truco sencillo para pasteurizar los huevos

En su perfil de Instagram, Cristina Lora ha publicado un vídeo en el que propone una técnica de pasteurización casera que implica calentar agua a 60 grados y sumergir los huevos en ella durante unos tres a cuatro minutos. Este proceso es suficiente para reducir la carga microbiana de los huevos sin cocinarlos por completo. De esta manera, el resultado es un huevo seguro que puede ser utilizado para hacer mayonesa.

Este método de pasteurización es muy sencillo y puede aplicarse en casa sin necesidad de equipos especiales. Además, garantiza que los amantes de la cocina disfruten de su mayonesa de manera segura, sin sacrificar la textura y el sabor característicos de este aderezo.

Al preparar mayonesa, es igual de importante seguir otros pasos seguros en la cocina. Asegúrate de mantener una buena higiene al manipular alimentos y lavar bien todos los utensilios y superficies que entren en contacto con las materias primas. También es recomendable consumir la mayonesa recién hecha y, si se almacena, hacerlo en un recipiente hermético en la refrigeración.