El doctor Abascal en su vídeo semanal - El Debate

El nutriente estrella para tener una buena salud ósea y cardiovascular, con el doctor Abascal

Una dieta rica y equilibrada en vitamina K y K2, puede marcar la diferencia en la calidad de vida a largo plazo, asegurando huesos fuertes y articulaciones saludables

El doctor Abascal regresa una semana más a la sección de Salud + Bienestar para El Debate, un espacio en donde el médico profundiza en los temas más interesantes del ámbito sanitario para darlos a conocer al público.

En su vídeo semanal, el doctor da conocer la importancia de la vitamina K y sus variantes para nuestro cuerpo.

La vitamina K es un nutriente esencial que juega un papel clave en la salud ósea y cardiovascular. Posee una serie de factores fundamentales para mantener una buena movilidad a lo largo de la vida. Aunque es conocido por su función en la coagulación sanguínea.

Existen dos formas principales de vitamina K. La K1, la filoquinona, y la K2, la quinona. La vitamina K1 se encuentra principalmente en vegetales de hoja verde como espinacas, brócoli y col rizada. Su función principal es ayudar a la coagulación sanguínea, previniendo hemorragias y favoreciendo los procesos de cicatrización.

Por otro lado, la vitamina K2 es menos conocida, pero juega un papel fundamental en la movilidad y la salud ósea. Su función principal es regular el metabolismo del calcio, asegurando que este mineral se deposite en los huesos y en los dientes en lugar de acumularse en las arterias y tejidos blandos. Además, contribuye a una mayor densidad ósea y a la prevención de enfermedades como la osteoporosis, reduciendo el riesgo de fracturas y mejorando la capacidad de movimiento con el paso de los años.

La K2 se encuentra en alimentos fermentados, así como en quesos curados, yemas de huevo y en algunas carnes. A diferencia de la K1, que se absorbe y elimina rápidamente, la K2 permanece más tiempo en el cuerpo, permitiendo una acción más prolongada en la salud ósea y cardiovascular.

Una dieta rica y equilibrada en vitamina K y K2, puede marcar la diferencia en la calidad de vida a largo plazo, asegurando huesos fuertes, articulaciones saludables y una mejor movilidad en la edad adulta.