¡Cobarde! ¡Gallina! ¡Capitán de las sardinas!

Incauto de mí, comencé los trámites perdiendo media mañana al presentar una instancia en el Ayuntamiento solicitando un gallinero privado para uso propio de 30 gallinas

GallinasEuropa Press

Queridos incautos: que vivimos en un mundo enervante, de un control exhaustivo que llega a lo esperpéntico está muy claro. Pero que por mucho que nos digan que es por nuestro bien, está por ver. El otro día fui a la unidad veterinaria a intentar legalizar mis gallinas. Sublime acto de imperiosa necesidad donde los haya. Lo cual justifica holgadamente los 25 minutos de ida y los otros 25 minutos de vuelta. Más el tiempo de espera entre colas, cafés, saludos y jerigonzas que concurren en terminar de gastar entretenidamente una mañana.

Acudí de mal talante ante la amenazante orden de esa onerosa asociación de gentes predispuestas a complicarnos la vida, que responde al pomposo nombre de «Junta de Castilla y León», máxime tras la amenaza de grandes multas que han amedrentado a los locales y han hecho desaparecer la mayor parte de los gallineros entre su furia e indignación. La solicitud para tan indispensable trámite se comenzó allá por finales del invierno.

Incauto de mí, comencé los trámites perdiendo media mañana al presentar una instancia en el Ayuntamiento solicitando un gallinero privado para uso propio de 30 gallinas. El Ayuntamiento me respondió por carta que precisara la ubicación. Vuelta a gastar otra media mañana en meter nueva instancia corregida con la ubicación. De todo cual como corresponde, desde entonces no he tenido más noticias. Y a eso venía. A interesarme por los trámites dichosos y ridículos. ¡Error! Los veterinarios, avergonzados, me dicen azorados que el número aceptado inaplazable y rotundo es de solo 29.

La amenaza de grandes multas ha amedrentado a los locales y ha hecho desaparecer la mayor parte de los gallineros entre su furia e indignación

Solicité que tuvieran por bueno la petición, y que me autorizaran la cantidad que hubieran acordado. ¡Nuevo error! ¡Incauto! Hay que volver al ayuntamiento, volver a presentarlo por registro, y volver a comenzar de nuevo el trámite. Ante lo cual me he permitido gastar otra media mañana en presentar un nueva instancia con un escrito en estos términos:

En Prados, a varios calurosos días de Julio de 2025.

El culpable por definición, y a quien odiar es un alivio de conciencia,
D Jaime Patiño;
Armado con DNI que procede,
Y Residente en donde procede

Manifiesta:

En cuanto al Expediente número que procede, solicitando permiso para Gallinero en régimen mixto, por tremendo e imperdonable error solicitamos permiso para 30 gallinas y 3 Gallos para autoconsumo. Tras 3 meses de silenciosa tramitación, al ser informado por los veterinarios de la Unidad, de que el número máximo aceptable de seres sintientes son 29, en la especie «Gallus Gallus Domesticus», de la familia Phasianidae, orden Galliformes, clase Aves, Filo Chordata, y Reino Animal.

Por la presente, ruego lo modifiquen para que sean 27 gallinas y dos gallos.

Después de agotadoras reuniones del sesudo «comité de expertos» se ha acordado por unanimidad que es más apropiado el resiliente, sostenible y progresista número 29, y no el fachoso, autoritario y nostálgico número 33

Pido humildemente perdón por tan espantoso error. Es de todo el mundo conocido que, tras consultar todas las fuentes y referencias históricas sobre las profecías de los sacerdotes de Osiris, Zarathustra, Baal de Moloch y Huitzilopochtli, y muchos más dioses que no quiero recordar, después de agotadoras reuniones del sesudo «comité de expertos» se ha acordado por unanimidad que es más apropiado el resiliente, sostenible y progresista número 29, y no el fachoso, autoritario y nostálgico número 33. Que además conlleva connotaciones religiosas, completamente inadecuadas en un estado estrepitosamente laico.

La idoneidad de tal número primo (o para primos) queda totalmente demostrado, por los teoremas de Pitágoras y Pascal, la serie de Fibonacci, la proporción aurea y su relación con el número e, los logaritmos neperianos, las ecuaciones diferenciales y el cálculo matricial, de los cuales desgraciadamente me olvidé tras estudiar la carrera. Y aún más desde la física cuántica, y categóricamente por la teoría del caos, y sobre todo, la enunciación del terrible hartazgo de éste mi oprimido y devastado mundo rural, por la cantidad de sandeces que nos piden, en las que agotar nuestra paciencia y despilfarrar nuestro tiempo y el de tantos empleados públicos, que redundan en un muy favorable efecto contra la huella de carbono, emisiones de CO2 del bienestar del planeta, de los seres sintientes, de los animales, y de entre ellos, de los que nos gobiernan.

Por lo cual solicito:

Ruego perdonen mi fatal error, y tengan a bien la rectificación y se unan a mis preces, rezando a todos los dioses anteriormente mencionados y cuantos se les ocurran para que les acompañe la diosa Fortuna o bien en el devenir vital, o mejor aún a Alcalá Meco, a estos nuestros tan sesudos gobernantes, cuya titánica labor está tan indignamente remunerada, que no les queda otra que la imperiosa necesidad de encontrar razón y modo para completar sus muy merecidos emolumentos, de la manera que encuentren oportuno.

Quedo de vos, contrito, arrepentido, y en la vana esperanza de que no me toquen más lo que ponen mis gallinas,

El conde de Teba, Jaime Patiño Mitjans, es arquitecto y ganadero