El portero Muslera persigue al árbitro al final del partido que eliminó a UruguayAFP

«Ladrones»: el gran cabreo de Uruguay con insultos a la FIFA y empujones al árbitro

Giménez, central del Atlético de Madrid, gritó mirando a cámara que le habían robado el pase a octavos del Mundial y golpeó a su vez a un empleado de la FIFA

«Manga de ladrones. Son todos una manga de ladrones estos hijos de p... Sí, grábame, la concha de su madre». Las palabras de José María Giménez, central de la selección uruguaya y del Atlético de Madrid, tienen a la FIFA y a Uruguay en pie de guerra.
Esa reacción del jugador, mirando a cámara e insultando a la FIFA, le puede costar muy cara a Giménez, el futbolista uruguayo que más mostró su enorme cabreo después de la eliminación de su selección en la primera ronda del Mundial.

Indginación

No ha sentado muy bien en el combinado hispanoamericano el fracaso de no alcanzar ni tan siquiera los octavos de final en Qatar. Giménez hizo eso, pero Muslera, portero suplente, empujó al mismo árbitro del encuentro, el alemán Daniel Siebert. Edison Cavani delantero del Valencia, se 'cargó' el poste que sujeta el VAR. El ambiente fue muy tenso en Uruguay.
Tras vencer a Ghana en el último partido de la fase de grupos, Uruguay quedó eliminada porque Corea del Sur, en el otro encuentro del grupo, ganó a Portugal. Esa victoria asiática obligaba a los uruguayos a marcar un gol más que nunca llegó en un encuentro muy polémico en el que pidieron hasta dos penaltis.
En la primera parte el colegiado alemán señaló un penalti a favor de Ghana con 0-0 tras revisarlo en el VAR. Esa pena máxima la falló el combinado africano y Fede Valverde, jugador del Real Madrid, celebró la parada de su portero en la misma cara del árbitro. Minutos después Giorgian de Arrascaeta marcó dos goles y Uruguay estaba en octavos.
En la segunda parte la selección charrúa se conformó con un 0-2 que le valía salvo que marcara gol Corea. Y así fue, pero los asiáticos marcaron al final de su encuentro. Uruguay solo tenía diez minutos para marcar el gol que les diera el pase a octavos. No llegó y acabaron desesperados ante un posible penalti a Cavani en el tiempo añadido que el árbitro no pitó. Media hora antes, en el ecuador de la segunda mitad, también pidieron otro penalti sobre Darwin Núñez. Este sí fue a revisarlo al VAR y el árbitro consideró que no había nada.
Tras el partido, además de los insultos de Giménez, el empujón de Muslera y la furia de Cavani contra el VAR, el central del Atlético de Madrid golpeó a un empleado de la FIFA que se había puesto en su camino en mitad de sus protestas al árbitro. Giménez le agredió en la parte trasera de la cabeza en una acción que le puede costar muy caro. La FIFA abrirá ahora un procedimiento disciplinario que analizará el hecho y determinará si hay o no sanción al futbolista rojiblanco.