El presidente de la FIFA, Infantino, saluda al primer ministro de Qatar, Khalid bin Khalifa bin Abdulaziz Al Thani,

El presidente de la FIFA, Infantino, saluda al primer ministro de Qatar, Khalid bin Khalifa bin Abdulaziz Al Thani,AFP

Argentina-Francia, la final que soñaron los jeques

El Mundial llega a su fin. Tras 28 días de competición es hora de bajar el telón. Y como actores de la última función, nada menos que dos de las candidatas al título. Francia, que aspira a romper el gafe del campeón que lleva instaurado desde que lo consiguiera Brasil, en 1962, y Argentina, que de la mano de Leo Messi quiere volver a tocar la gloria. Ambas tienen dos estrellas cosidas en su camiseta. Aquella que gane romperá el empate.
Ambos equipos repiten el duelo de octavos que protagonizaron en Rusia hace cuatro años, en el que se impuso la campeona del Mundo por 4–3 en uno de los mejores partidos del torneo.
En Qatar sus trayectorias han sido totalmente desiguales. Los bleus destacaron desde el inicio por su consistencia. La Albiceleste llegaba lanzada tras conseguir una racha de 36 victorias. Sin embargo, chocó de bruces en el debut ante una meritoria Arabia Saudí. Ha jugado cinco 'finales' hasta plantarse en la de verdad. La vida al lado de Messi es más vida.
Enfrente estará la Francia de Mbappé, su compañero de equipo. Una dupla con la que los jeques viven un sueño cumplido en París y con la que van a disfrutar en casa. Van a estar las dos mayores estrellas del fútbol ahora mismo, dos jugadores que portan el '10' en sus respectivas camisetas. Uno, Leo Messi, ante su última oportunidad y en un Mundial en el que se ha echado el equipo a la espalda a base de goles mando para demostrar al planeta que a quien le cataloga como el mejor de la historia no le faltan motivos. La Pulga sabe que está ante su última gran oportunidad de hacer a Argentina campeona del Mundo. No se quiere despedir sin hacerlo.
El otro, un francés de insultante juventud que ya sabe lo que es levantar un Mundial y que pretende repetir la gesta de Pelé. El trono de Messi tiene en Mbappé al heredero señalado.
La igualdad es tal que en ese partido no solo se decidirá el título de campeón sino que hasta se van a jugar la Bota y el Balón de Oro del torneo en la final. Ambos están empatados a cinco goles y en sus botas está quién es el que logra convertirse también en el jeque del torneo.
El presuntuoso y polémico Mundial de Qatar llega a su fin. Solo queda por escribir en letras de oro el nombre del campeón.
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