Concentración por la igualdad entre españoles
Los andaluces invocan su espíritu autonómico para protestar contra los pactos de Sánchez
El Foro Economía y Sociedad llama a los andaluces a salir a la calle en la víspera del 4-D para manifestarse en una concentración a la que asistirá Juanma Moreno
Presencia de Juanma Moreno
Manifiesto en defensa de Andalucía y por la igualdad entre españoles
Andalucía jugó un papel decisivo en la definición territorial de la España que entonces se estaba configurando, y lo hizo alzando la voz para reclamar para ella el mismo trato que exigían para sí Cataluña, Galicia y País Vasco. Fue la reacción masiva y civilizada de millones de andaluces la que impidió la creación de una España con ciudadanos de primera y de segunda, abriendo la puerta a la España de las Autonomías, que es lo mismo que decir a la España del desarrollo.
«Andalucía no quiere ser más, pero tampoco menos que nadie». Ese fue el grito del 4 de diciembre de 1977, fecha en la que un millón y medio de andaluces salieron a las calles a reclamar la igualdad que después reflejaría la Constitución como uno de los valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico.
Hoy, 46 años después de aquellas manifestaciones históricas, esa reivindicación recupera toda su vigencia como consecuencia de pactos políticos de investidura sobradamente conocidos.
La igualdad entre españoles está en peligro. El contenido de esos pactos constituye una revisión de facto de los consensos constitucionales que dieron pie a la España democrática actual.
Estos pactos suponen, en la práctica, sustituir la voluntad del Poder Constituyente, refrendada en las urnas por el pueblo español, por un conglomerado de intereses particulares que no representan en modo alguno el interés general de la Nación, sino de grupos políticos minoritarios.
La primera consecuencia de esos pactos es la tramitación de una Ley de Amnistía que admite lo inadmisible: que España actuó como Estado opresor y represor ante quienes desafiaron las leyes y quebraron la convivencia, en lugar de como el Estado garantista que es. Y, después de ésta, vendrán otras consecuencias que debilitarán el Estado para satisfacer intereses exclusivamente personales y partidistas.
El riesgo de una España con dos velocidades, con territorios de primera y territorios de segunda y ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, es hoy tan cierto como lo era en 1977. Un riesgo cierto de retroceso, de pérdida de lo conquistado, ante el que Andalucía no puede ni debe permanecer callada.
Hoy, los ciudadanos andaluces alzamos de nuevo nuestra voz para reclamar el retorno a los principios constitucionales que hicieron de nuestro país un ejemplo mundial de transición desde una dictadura a una democracia estable.
Y alzamos la voz frente a quienes pretenden borrar hechos gravísimos del pasado reciente y rectificar las sentencias dictadas en derecho por los jueces; frente a quienes no dudan en desestabilizar el Estado de Derecho y los principios de convivencia política que nos permiten vivir en libertad en una España en concordia; frente a quienes pretenden retornar a los escenarios de discriminación entre españoles que aún hoy condicionan el desarrollo económico y social de Andalucía y otros territorios de España.
Los firmantes de este manifiesto reclamamos el respeto a los principios de convivencia que nos permiten vivir en libertad en una España de ciudadanos libres e iguales. Y rechazamos cualquier exigencia que suponga una discriminación social, económica o política hacia los españoles de cualquier territorio.
Sabemos que la batalla por la igualdad no terminará nunca, porque Andalucía siempre tendrá nuevos retos a los que hacer frente y nuevas metas en el horizonte. Nos sentimos unidos en ese propósito, que no es otro al fin y al cabo que el de procurar una España de iguales, en la que todos los ciudadanos, vivan donde vivan, gocen de las mismas oportunidades y los mismos derechos, sin que nadie, ningún gobierno ni ninguna circunstancia personal o social, pueda poner en duda este principio básico consagrado en nuestra Constitución.
Andalucía siempre demostró valentía y arrojo para afrontar situaciones difíciles y encontró en la unión del pueblo la forma de defender sus intereses, siempre al abrigo de la Constitución que nos protege.
Hoy asistimos a cómo unas minorías que en modo alguna representan a la gran mayoría de españoles son las que marcan la hoja de ruta de un gobierno dependiente de ellas. Andalucía no puede ni debe rendirse ante esta cesión de todo un país a los deseos de unos pocos y lo demuestra, una vez más, con unión y valentía suficientes para afirmar de manera contundente que no creemos en la ruptura y la división para construir una sociedad fuerte.
Desde aquí, como ciudadanos andaluces también instamos a los partidos políticos a que defiendan los valores constitucionales garantes de la igualdad de todos los españoles y a que busquen soluciones a través del diálogo y no de la imposición, que hagan posible que la igualdad no se rompa.
Por todo ello, convocamos a todos los andaluces a expresar de forma pacífica y serena nuestros legítimos deseos de igualdad y prosperidad en convivencia democrática con el resto de los españoles.