Imagen de archivo de la manifestación multitudinaria que tuvo lugar en Andalucía para reclamar el estado de autonomía.

Imagen de archivo de una de las manifestación por la autonomía de Andalucía del 4 de diciembre de 1977Junta de Andalucía

Concentración por la igualdad entre españoles

Los andaluces invocan su espíritu autonómico para protestar contra los pactos de Sánchez

El Foro Economía y Sociedad llama a los andaluces a salir a la calle en la víspera del 4-D para manifestarse en una concentración a la que asistirá Juanma Moreno

Los andaluces están llamados a salir a la calle este domingo como ya hicieran hace 46 años, el 4 de diciembre de 1977, en defensa de Andalucía y por la igualdad entre españoles. Aquellas manifestaciones se convocaron por la autonomía y contra una España a dos velocidades que vuelve a ser motivo de protesta por los pactos que ha suscrito Pedro Sánchez con los partidos separatistas para permanecer en la Moncloa.
El Foro Economía y Sociedad ha organizado una concentración en Sevilla, concretamente en la plaza de Cuba, para protestar bajo el lema «Yo defiendo Andalucía» contra estos pactos y reivindicar el mismo trato para todos los españoles y territorios de España, dados los compromisos de Sánchez para amnistiar el procés y conceder una fiscalidad especial a Cataluña con una condonación de deuda y la cesión de tributos a la Generalidad.
Aquello de «Andalucía no quiere ser más, pero tampoco menos que nadie», grito del 4 de diciembre de 1977, se repite en la actualidad y es causa de una concentración donde se leerá un manifiesto «en defensa de Andalucía y por la igualdad entre españoles» que invoca, precisamente, el espíritu de las manifestaciones del 77 y que ya han firmado cerca de 4.000 personas en la plataforma Change.org.
Más de un centenar de agentes sociales, asociaciones y colectivos andaluces se han adherido al manifiesto, entre los cuales se encuentran la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), el Círculo de Empresarios del Sur de España (Cesur), las distintas confederaciones provinciales de empresarios, consejos sociales de las universidades, Asaja o la Federación Andaluza de Caza.
Cartel de la concentración en defensa de Andalucía y por la igualdad entre españoles, convocada por el Foro Economía y Sociedad

Cartel de la concentración convocada por el Foro Economía y Sociedad

Presencia de Juanma Moreno

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, asistirá a la concentración a título personal, como un ciudadano más, puesto que la organización huye de cualquier signo partidista. Sin embargo, el PP de Jaén fletará autobuses para acudir a la protesta ante las numerosas llamadas que reporta de personas que se interesaban por cómo podían sumarse a ella.
Moreno aprovechó este jueves su última intervención en el Debate sobre el estado de la Comunidad que se ha celebrado esta semana en el Parlamento andaluz para pedir unidad en la concentración en la víspera del Día de la Bandera de Andalucía, jornada en la que se conmemora precisamente las manifestaciones autonomista del 4 de diciembre de 1977, y promocionarla así.
El PSOE andaluz, al que Moreno reclamó «menos Ferraz y más Andalucía», ha denunciado que la Junta de Andalucía ha estado mandando correos electrónicos desde sus delegaciones territoriales a sus funcionarios para que firmaran el manifiesto de la concentración. Fuentes del Gobierno andaluz señalan que se trata de un caso puntual por error de una funcionaria que se equivocó de cuenta de remitente y que pretendía reenviar el correo desde una cuenta personal.
Los socialistas andaluces contraprograman la protesta contra Pedro Sánchez con la entrega de los premios que crearon el año pasado desde su Fundación Andalucía, Socialismo y Democracia como respuesta a la instauración del Día de la Bandera de Andalucía. La Fundación Andalucía, Socialismo y Democracia, presidida por Rafael Escuredo, premiará en esta edición al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

Manifiesto en defensa de Andalucía y por la igualdad entre españoles

La Constitución Española de 1978 alumbró la España actual, un Estado social y democrático de Derecho en el que imperan la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. España, la nación más antigua de Europa y uno de los países más bellos del mundo, ha disfrutado desde entonces de un largo periodo de convivencia democrática que ha posibilitado un progreso ejemplar y seguramente impensable hace hoy casi medio siglo.

Andalucía jugó un papel decisivo en la definición territorial de la España que entonces se estaba configurando, y lo hizo alzando la voz para reclamar para ella el mismo trato que exigían para sí Cataluña, Galicia y País Vasco. Fue la reacción masiva y civilizada de millones de andaluces la que impidió la creación de una España con ciudadanos de primera y de segunda, abriendo la puerta a la España de las Autonomías, que es lo mismo que decir a la España del desarrollo.

«Andalucía no quiere ser más, pero tampoco menos que nadie». Ese fue el grito del 4 de diciembre de 1977, fecha en la que un millón y medio de andaluces salieron a las calles a reclamar la igualdad que después reflejaría la Constitución como uno de los valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico.

Hoy, 46 años después de aquellas manifestaciones históricas, esa reivindicación recupera toda su vigencia como consecuencia de pactos políticos de investidura sobradamente conocidos.

La igualdad entre españoles está en peligro. El contenido de esos pactos constituye una revisión de facto de los consensos constitucionales que dieron pie a la España democrática actual.

Estos pactos suponen, en la práctica, sustituir la voluntad del Poder Constituyente, refrendada en las urnas por el pueblo español, por un conglomerado de intereses particulares que no representan en modo alguno el interés general de la Nación, sino de grupos políticos minoritarios.

La primera consecuencia de esos pactos es la tramitación de una Ley de Amnistía que admite lo inadmisible: que España actuó como Estado opresor y represor ante quienes desafiaron las leyes y quebraron la convivencia, en lugar de como el Estado garantista que es. Y, después de ésta, vendrán otras consecuencias que debilitarán el Estado para satisfacer intereses exclusivamente personales y partidistas.

El riesgo de una España con dos velocidades, con territorios de primera y territorios de segunda y ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, es hoy tan cierto como lo era en 1977. Un riesgo cierto de retroceso, de pérdida de lo conquistado, ante el que Andalucía no puede ni debe permanecer callada.

Hoy, los ciudadanos andaluces alzamos de nuevo nuestra voz para reclamar el retorno a los principios constitucionales que hicieron de nuestro país un ejemplo mundial de transición desde una dictadura a una democracia estable.

Y alzamos la voz frente a quienes pretenden borrar hechos gravísimos del pasado reciente y rectificar las sentencias dictadas en derecho por los jueces; frente a quienes no dudan en desestabilizar el Estado de Derecho y los principios de convivencia política que nos permiten vivir en libertad en una España en concordia; frente a quienes pretenden retornar a los escenarios de discriminación entre españoles que aún hoy condicionan el desarrollo económico y social de Andalucía y otros territorios de España.

Los firmantes de este manifiesto reclamamos el respeto a los principios de convivencia que nos permiten vivir en libertad en una España de ciudadanos libres e iguales. Y rechazamos cualquier exigencia que suponga una discriminación social, económica o política hacia los españoles de cualquier territorio.

Sabemos que la batalla por la igualdad no terminará nunca, porque Andalucía siempre tendrá nuevos retos a los que hacer frente y nuevas metas en el horizonte. Nos sentimos unidos en ese propósito, que no es otro al fin y al cabo que el de procurar una España de iguales, en la que todos los ciudadanos, vivan donde vivan, gocen de las mismas oportunidades y los mismos derechos, sin que nadie, ningún gobierno ni ninguna circunstancia personal o social, pueda poner en duda este principio básico consagrado en nuestra Constitución.

Andalucía siempre demostró valentía y arrojo para afrontar situaciones difíciles y encontró en la unión del pueblo la forma de defender sus intereses, siempre al abrigo de la Constitución que nos protege.

Hoy asistimos a cómo unas minorías que en modo alguna representan a la gran mayoría de españoles son las que marcan la hoja de ruta de un gobierno dependiente de ellas. Andalucía no puede ni debe rendirse ante esta cesión de todo un país a los deseos de unos pocos y lo demuestra, una vez más, con unión y valentía suficientes para afirmar de manera contundente que no creemos en la ruptura y la división para construir una sociedad fuerte.

Desde aquí, como ciudadanos andaluces también instamos a los partidos políticos a que defiendan los valores constitucionales garantes de la igualdad de todos los españoles y a que busquen soluciones a través del diálogo y no de la imposición, que hagan posible que la igualdad no se rompa.

Por todo ello, convocamos a todos los andaluces a expresar de forma pacífica y serena nuestros legítimos deseos de igualdad y prosperidad en convivencia democrática con el resto de los españoles.
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