Roberto Marbán

Que la Virgen del Buen Aire nos ayude a llegar a buen puerto

La imagen, que podemos encontrar en el Palacio de San Telmo, desde donde se deciden todos los asuntos que conciernen a los andaluces, fue y es patrona de navegantes intrépidos en la época de las grandes expediciones

Actualizada 00:24

Llega la nave de El Debate a Andalucía tras haberlo hecho previamente en Bruselas, Comunidad Valenciana, y Galicia, que ya cuentan con sus respectivas delegaciones.
Y lo hace, así lo entiendo, encomendándose a la Virgen del Buen Aire, la misma que en el siglo XVI ayudó a los marinos de aquella Sevilla, convertida en la capital comercial del mundo como puerto de llegada y salida de la flota de las Indias.
La irrupción de este medio en esta tierra no es una conquista, ni mucho menos, pero sí que podemos hablar de desembarco. Porque los números nos han demostrado que la sociedad española anhelaba un medio como El Debate, que viene a ocupar un hueco en el panorama mediático donde otros, por desidia, comodidad o interés, habían decidido apartarse.
La del Buen Aire, que por este acontecimiento nos inspira, es una Virgen con una historia apasionante detrás.
Dicen las crónicas que en 1370, un barco mercante debió sortear la tempestad que amenazaba con su naufragio y para ello, los tripulantes arrojaron toda la carga posible para sortearlo.
Entre las cajas que lanzaron al mar, una de ellas tocó tierra en las costas de Cerdeña, haciendo que la misma tormenta se calmase al instante.
Cuando los lugareños abrieron el contenido, fueron sorprendidos por una imagen de la Virgen con el Niño, que recibió en nombre de Virgen de Bonaira o del Buen Aire. Fue patrona de Cerdeña, en ese momento conquistada por la Corona de Aragón, y convertida en protectora de los navegantes. En 1606 se encargó una imagen de esta Virgen, que en la actualidad se exhibe en la capilla que esconde el sevillano Palacio de San Telmo, hoy sede del Gobierno autonómico.
No se me ocurre mejor inspiración, para un periódico como este, aventurero como los marinos de la época, y que usa una carabela como símbolo, para que sea ella la que nos guíe y a la que nos encomendamos en este momento singular para lograr hacer el mejor trabajo.
Llega El Debate a Andalucía, a toda ella, porque la pretensión es marcar de cerca todo lo que aquí acontezca, y lo hace con las ideas claras, el objetivo marcado y la petición de ayuda de unos buenos aires que nos permitan conseguirlo. Ojalá que así sea.
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