Retrato Miguel henández
El legado visual de Miguel Hernández: un retrato entre la vida y la muerte
El último retrato de Miguel Hernández se custodia en Jaén
Poco antes de morir en la prisión de Alicante en 1942, Miguel Hernández entregó a su esposa, Josefina Manresa, un retrato realizado por su amigo y compañero de celda, Antonio Buero Vallejo. Esta obra, dibujada en carboncillo, transmite una serena dignidad que contrasta con la tragedia de su condena a muerte. Buero Vallejo, que también fue su pintor de juventud, captó la esencia del poeta con gran sensibilidad, aprovechando la luz tenue que entraba por la única ventana de la celda.
El retrato, acompañado de una emotiva dedicatoria, forma parte del valioso legado adquirido en 2013 por la Diputación de Jaén. Este fondo, compuesto por más de 5.600 documentos, se conserva entre el Museo Miguel Hernández-Josefina Manresa de Quesada y el Instituto de Estudios Giennenses (IEG), donde ha sido digitalizado y protegido con estrictas medidas de conservación.
Además de este icónico retrato, la figura de Hernández sigue viva en exposiciones como la reciente donación del cuadro Alegoría de Rafael Zabaleta y Miguel Hernández, del pintor Juan Molino, en el centro cultural Baños Árabes de Jaén.
El presidente de la Diputación, Francisco Reyes, destaca la vigencia de los valores del «poeta del pueblo», cuya obra sigue atrayendo visitantes y consolidando la memoria de un hombre cuya voz no se apagó tras los barrotes