Bidones de gasolina en una playa de Doñana
Huelva
La huella de los clanes de la droga: las playas de Doñana se llenan de bidones de gasolina para narcolanchas
La presencia de estos envases pone de manifiesto la expansión del narcotráfico en Andalucía
Decenas de bidones de gasolina han aparecido en una playa del Parque Nacional de Doñana, entre Matalascañas y Pico del Loro, en el término municipal de Almonte. La presencia de estos envases, conocidos como petacas y vinculados a la logística de los clanes de la droga, ha puesto de manifiesto la expansión del narcotráfico que antes se concentraba en el Campo de Gibraltar y que ahora se extiende a lo largo y ancho de Andalucía.
En un vídeo difundido por el activista medioambiental Enrique Herrero, más conocido como Quique Bolsitas, se ven los bidones esparcidos por la arena una vez que han sido usados, presumiblemente, para el petaqueo, como se conoce en el argot policial a cada operación de suministro de combustible a narcolanchas.
Las imágenes han reavivado la preocupación sobre los residuos de actividades criminales en la zona, dado que los bidones podrían haber sido arrojados al mar y arrastrados por las corrientes hasta la playa. Colectivos ecologistas advierten del peligro que estos restos suponen para el ecosistema, desde la contaminación de la arena hasta el riesgo para aves y otras especies.
«Llevo andando casi una hora. Lo que he visto es una locura y todavía no he llegado a la zona cero», lamenta Herrero durante su paseo por la playa, repleta de bidones, de ahí que reclame ayuda para la limpieza de la costa. «Esto se nos está yendo de las manos. Esto no hay administración pública que lo pueda sostener sola, y menos el Ayuntamiento de Almonte. Aquí tendrían que estar la Junta y el Miteco [Ministerio para la Transición Ecológica]», añade.
El hallazgo, que no es algo ni mucho menos nuevo en la zona, según advierte también el activista, se produce pocos días después de que el secretario provincial de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Huelva, Lucas Lavilla, avisara de que Doñana se ha convertido en uno de los enclaves peninsulares con mayor entrada de droga y en «el mayor parque natural sin vigilancia física de Europa».
Las mafias estarían aprovechando esta circunstancia, unida a la ausencia de una unidad específica contra el narcotráfico en la zona, para llevar a cabo alijos a mansalva. La geografía de la provincia, con las marismas del Guadiana y del Guadalquivir como puntos estratégicos para los clanes de la droga, también favorece este tipo de operaciones a través de rutas marítimas y fluviales.
La Guardia Civil: «No hay repunte»
Sin embargo, y pese a escenas como la denunciada por Enrique Herrero, desde la Guardia Civil niegan un repunte del narcotráfico en Doñana. El coronel jefe de la Comandancia en Huelva, Julio Serrano, subrayó el pasado miércoles que se están destinando «muchos recursos» a la lucha contra los clanes de la droga en la provincia, aunque reconocía que «esto es como un globo, que cuando se aprieta por un sitio, se infla por otro».
«El narcotráfico es una actividad delictiva que está ahí y que, por desgracia, va a estar mucho tiempo. Produce muchos beneficios económicos para los criminales y, al final, la criminalidad es un negocio… Nosotros seguimos con nuestras operaciones, incautando drogas, aprehendiendo narcolanchas, deteniendo a los narcotraficantes», afirmó también Serrano, que destacaba al respecto que la colaboración con Portugal ha tenido «muy buenos resultados».
«La presión que se ha ejercido en el Guadalquivir es muy fuerte, y eso ha desplazado [el narco] hacia el Guadiana, que tiene la complejidad de que es un río fronterizo y que estamos en una orilla portuguesa y otra orilla española, y eso nos implica a tener una mayor coordinación y colaboración con los demás», explicaba.