De los cargadores de Indias al 'paso marinero': la peculiar influencia del mar en la Semana Santa de Cádiz

No hay expresión popular o religiosa en Cádiz que no esté de una u otra forma vinculada al mar. La ciudad nació en una isla y hoy sigue rodeada por las aguas en la practica totalidad de su extensión. Esa circunstancia ha marcado indefectiblemente su historia y la peculiaridad de sus fiestas.

Un rasgo distintivo de la Semana Santa gaditana, respecto a la sevillana o la jerezana, y más emparentada con Málaga, es esa influencia marinera que es posible rastrear en el origen de muchas cofradías, en los detalles imagineros y hasta en la forma de mecerse de los pasos. La Pasión se vive de otra manera en Cádiz, con el viento y el salitre adobando el incienso, y con estampas atlánticas de gran belleza.

Pescadores y cargadores

El auge del comercio americano impulsó la creación de cofradías con rico patrimonio y la imaginería de la ciudad en lo siglos XVII y XVIII. Por ejemplo, la cofradía de la Humildad y Paciencia fue fundada en 1621 por un grupo de cargadores de indias de origen vasco. También el Nazareno del Amor o la Buena Muerte arraigan en la tradición marinera, siendo fundadas por gremios de pescadores y marineros. Esta última mantenía una estrecha relación con los náufragos, cuyos cuerpos acogía para su entierro cristiano.

El mar se deja sentir no solo en algunos detalles de los pasos de Semana Santa gaditanos sino incluso en la propia forma de mecerse. El «paso marinero» es una característica esencial que distingue a las fiestas de Pascua gaditanas y está emparentado con los cargadores de la mar. De hecho, en Cádiz los costaleros son conocidos también (o sobre todo) como cargadores.

La carga gaditana

La disposición de las trabajaderas es esencial para distinguir el paso gaditano de otros de Andalucía. En lugar de cargar en los hombres los pasos, colocando el cuello en los travesaños, en Cádiz se carga a un solo hombro y los travesaños van a lo largo y no a lo ancho. La disposición es similar a la de los tronos de Málaga, pero los costaleros van en el interior, bajo el paso, al igual que en Sevilla.

Este mecerse característico hace que a veces a los pasos gaditanos de misterio se les llame «galeones», al igual que a la patrona de Cádiz, la Virgen del Rosario se la conoce popularmente como «la galeona», delatando su origen atlántico.

Las estampas marineras no faltan en las procesiones de barrios tan conocidos como el Pópulo o Santa María y muchas cofradías integran una estética náutica en los cortejos. Las saetas de la tierra no faltan en cuanto a referencias marineras, reforzando la peculiaridad de una fiesta religiosa con marcado acento litoral.