Las Torres de la Luz de Cádiz: así son los dos colosos al estilo Eiffel que alimentan de energía la ciudad

A primera vista, una torre de alta tensión no se antoja una estructura especialmente emblemática, si no más bien utilitaria. Poco romántica, digamos. Apenas un pilote pensado para canalizar la energía sin mayores complicaciones estéticas.

Así suele ser en todo el mundo, menos en Cádiz, donde sus Torres de la Luz, elegantes y a la vez colosales, son un dechado de virtuosismo arquitectónico que las han convertido en Bien de Interés Cultural del Patrimonio Histórico español.

Conocidos como los Pilones de Cádiz o «las dos damas», estas torres son bien conocidas por quienes hayan pasado por la ciudad. Conectan Matagorda (Puerto Real) con Puntales (Cádiz) y están separadas por un kilómetro y medio. Se levantaron a 150 metros de altura en 1961 para alimentar energéticamente la ciudad.

Seis cables sobre el cielo

El diseño ya icónico, que recuerda a la Torre Eiffel parisina, se debe al ingeniero italiano Alberto Toscano, que lo ideó a finales de los años 50. Se trata de una de las estructuras de este tipo más grandes del mundo y soportan 132 kilovoltios. Las dos torres se levantaron para conectar con la Central Térmica de Cádiz.

La estructura de hormigón sostiene el tiro de seis cables. Estos cables tiene una vida útil de 40 años, por lo que la empresa Endesa se encarga de renovarlo para que se mantenga en perfecto uso. En 2022, se sustituyeron 14.928 metros de cableado en una operación que costó 700.000 euros y movilizó a un equipo de 30 técnicos. Para ello hubo que cortar el trágico marítimo del puerto y sustituir en dos tandas el cableado a fin de que la tensión se mantuviera activa en todo momento.

Remembranzas soviéticas

El tándem italiano de Alberto Toscano y Remo Scalla, responsable de las torres gaditanas, se encargó también de las líneas que se levantaron para cruzar el Estrecho de Mesina en Italia, uniendo la península con Sicilia. Las obras en Cádiz duraron tres años, de 1959 a 1961. Con 510 toneladas de peso cada una, se usaron 90.849 tornillos en su construcción. El diseño también estuvo inspirado en la colosal Torre de Shújov en el río Oká de Rusia, una faraónica obra de la era soviética.