Patio central del Cuartel del Mar

Cádiz

«Todo por la playa»: el viejo cuartel de la Guardia Civil que triunfa como restaurante en Chiclana

El Cuartel del Mar abrió hace cinco años, tras recuperar un edificio abandonado del siglo XIX

Aparte de pinos y la siempre espectacular vista del mar, no había gran cosa en la Loma del Puerco, en Chiclana, en el siglo XIX. Todavía faltaba mucho para que esta zona se animara con las urbanizaciones de Sancti Petri, que datan de los años 80 y 90 del pasado siglo. En la Loma del Puerco solo era posible encontrar un cuartel de la Guardia Civil, en el que vivía una dotación junto a sus familias en condiciones no especialmente buenas. No había ni electricidad ni agua corriente.

El edificio fue abandonado a finales de los años 70 y pasó varias décadas en estado de ruina, lleno de escombros, con las ventanas tapiadas y el cartel con el tradicional lema de la Benemérita («Todo por la patria») cada vez menos legible. Sin embargo, ya en este siglo XXI, el Grupo Azotea, que gestiona restaurantes en Madrid, Sevilla, Mallorca y la provincia de Cádiz, se interesó por este espacio único.

Después de una espectacular reforma, el Cuartel del Mar reabrió como referencia gastronómica en Chiclana, junto a la playa de La Barrosa, bajo un lema parecido pero distinto: «Todo por la playa». En cinco años se ha colocado en una posición prominente en la oferta de ocio y gastronomía de un lugar tan vibrante a nivel turístico como lo es Chiclana. Apenas un año después de su apertura ya había conquistado varias menciones, entre ellas los populares Soletes de Verano de la Guía Repsol.

Una parcela de 2.000 metros

La arquitectura Paula Rosales (More‑Co) se encargó de la rehabilitación del cuartel, junto con la interiorista Alejandra Pombo. El paisajismo corrió a cargo de Rent a Garden. Buena parte del éxito de El Cuartel del Mar, además del apartado gastronómico, es la espectacular recuperación del espacio. El cuartel se asienta sobre una parcela de unos 2.000 metros cuadrados, con un edificio de dos naves frente al mar. Allí se ubican el restaurante y la cocina, así como las sala de exposiciones y servicios. El patio central actúa de alma del Cuartel: caben 250 personas y en él se ofrecen conciertos, talleres y otro tipo de eventos. Una escalera helicoidal da paso a la azotea, con vistas inmejorables al Atlántico, muy apreciada en los atardeceres estivales.

La oferta gastronómica de El Cuartel del Mar está creada por el chef Manuel Berganza y liderada a diario por Mikel Badiola. Productos de la tierra como el queso payoyo o el atún de almadraba destacan en la mesa del Cuartel del Mar. La coctelería es otro de los ámbitos que se mima en este edificio a reventar en los meses de buen tiempo. Un imprescindible en toda regla.