'Narcodrones' en la cárcel de Algeciras: así intentan colar móviles y droga en el interior

Cada vez son más sofisticadas las estrategias para quebrantar las normas dentro de las cárceles gaditanas, según alertan los sindicatos. En concreto, en la prisión de Botafuegos, en Algeciras, se ha verificado un aumento de drones para hacer pasar al interior del recinto distintos efectos prohibidos, desde móviles a droga, pasando por fármacos. Los conocen como 'narcodrones'.

El último caso atañe a una partida de 200 gramos de hachís. Un dron intentó hacer llegar la mercancía a un recluso de origen marroquí que cumple una condena de cuatro años y tres meses por homicidio. El 'narcodron' pudo ser interceptado y el envío, frustrado. El preso fue trasladado a la cárcel de Sevilla, después de permanecer aislado en Botafuegos.

No es el único caso, denuncia el sindicato ACAIP-UGT. En lo que va de año se han interceptado tres aparatos de este tipo en la prisión algecireña. La organización explica que estos drones se manejan desde el exterior por redes delictivas que tratan de facilitar terminales móviles, psicofármacos o, como en este último caso, drogas. Para el sindicato se trata de una práctica que supone «un grave riesgo para la seguridad ya que facilitan la comunicación con el crimen organizado, introducen droga y generan violencia dentro de la cárcel».

El fentanilo entra en Botafuegos

Los sindicatos piden más medios y coordinación a Instituciones Penitenciaras para evitar este tipo de sucesos. Aunque se han interceptado tres drones, se han avistado más aparatos. Y los envíos de mercancía por paquetería, que se han llegar de distinta manera, siguen adelante. De hecho, se sabe que la droga ha entrado en Botafuegos, pues este mismo mes de agosto se produjeron dos muertes por fentanilo.

«Hace casi dos años, denunciamos en prensa del consumo de este tóxico, señalando a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para que adoptaran medidas», recordó recientemente ACAIP, para quien la «pasividad, inactividad y falta de capacidad para gestionar las cárceles españolas» hace de estas lugares más inseguros en los que la droga entra sin problemas, incrementando el riesgo para la plantilla.

600 móviles en 5 años

Botafuegos alcanza una población reclusa de 1.598 internos, de los cuales 103 son mujeres. Son cifras que los responsables de la prisión consideran «aceptables» tras picos de hasta 1.900 reclusos. Se inauguró en el año 2000, cuenta con 1072 celdas, y un gran porcentaje de los internos se encuentra en situación preventiva.

La de Algeciras es la quinta prisión de España en número de teléfonos móviles requisados: unos 600 en el último lustro. Además, en 2024 se han incautado 150 partidas de hachís, 7 de cocaína, 3 de heroína y 77 de pastillas.