
Compañeros portan el féretro del subinspector de Policía Antonio Ramos Pérez, fallecido ayer jueves a los 48 años en un accidente de tráfico en Torremolinos
Los agentes que pusieron en riesgo su vida tras socorrer al policía muerto serán reconocidos en Málaga
El Área de Seguridad propondrá al Pleno de la corporación la felicitación pública a los dos agentes de la Policía Local que auxiliaron al subinspector
Los agentes de la Policía Local que auxiliaron al subinspector de la Policía Nacional fallecido este jueves en un accidente de tráfico en Torremolinos (Málaga) cuando volvía a casa de trabajar tras colisionar con tres fugitivos, serán reconocidos por el Pleno del ayuntamiento.
El Área de Seguridad propondrá al Pleno de la corporación la felicitación pública a los dos agentes de la Policía Local que auxiliaron al subinspector, según ha informado este viernes el consistorio.
Los funcionarios municipales Antonio Fernando Barragán Ballesteros y Antonio José Pérez Ruiz participaban en el operativo para interceptar a los fugitivos, llegando incluso a darles alcance antes de que retomaran su huida en sentido contrario por la A-7.
Al continuar la búsqueda del vehículo fugado, los agentes de la Policía Local fueron los primeros en llegar al lugar del siniestro.
Al ver que el vehículo que circulaba correctamente estaba ardiendo, lograron extraer a la víctima y apartarla de las llamas, justo antes de que se produjera una explosión.
Una vez alejados, atendieron a la víctima junto a efectivos de la Policía Nacional hasta la llegada de los servicios sanitarios, que certificaron su fallecimiento durante el traslado al hospital como consecuencia de las graves heridas sufridas por el impacto.
Diligencia y arrojo
Según la propuesta de reconocimiento, cuya ratificación está prevista en la sesión ordinaria del próximo día 26, ambos agentes demostraron en el auxilio al conductor «una diligencia y arrojo por encima de las obligaciones inherentes al cargo».
Los agentes intentaron evitar que sufriese quemaduras que empeorasen aún más su estado y para ello «pusieron en peligro su propia integridad física introduciéndose en un vehículo en llamas y logrando sacarlo de forma eficiente sin sufrir daños personales, alejándolo del peligro y manteniéndolo con vida hasta que se hicieron cargo los servicios sanitarios», se destaca desde el ayuntamiento