Acto de presentación de la coalición Per MallorcaEuropa Press

El regionalismo mallorquín se radicaliza inspirado en Aliança Catalana

Los herederos de Unió Mallorquina se alían con el independentismo de izquierdas con un mensaje antiinmigración e identitario similar al de la formación de Sílvia Orriols

Los últimos vestigios del regionalismo mallorquín que aún quedan fuera del PP se radicalizan para tratar de mantenerse a flote y volver a tener un hueco en la política insular. Así nace coalición Per Mallorca, una nueva formación claramente inspirada en Aliança Catalana que mezcla regionalismo tradicionalmente conservador con el independentismo radical de izquierdas, con el objetivo de «reventar Madrid y quitar a las marionetas».

La nueva coalición, presentada recientemente en Palma, por un lado, está integrada por Proposta per les Illes Balears, el heredero directo de Unió Mallorquina -cuyos principales líderes acabaron en la cárcel por corrupción- y que acogió al sector más regionalista del PP, que escapó de las filas populares durante el mandado de José Ramón Bauzá. El otro miembro es SOM Mallorca, una pequeña coalición de ultraizquierda nacionalista creada este mismo año y encabezada por el exlíder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Lladó.

Esta amalgama da como resultado un partido «ni de izquierdas ni de derechas», cuyo único «norte es Mallorca». Y por ello, coalición Per Mallorca defiende que sólo será mallorquín quien se lo gane respetando la identidad e intereses insulares. La nueva formación lanza un mensaje claramente antiinmigración. «Un 28 % de los mallorquines ha nacido en el extranjero, y en Geografía Humana se dice que cuando se supera un 20 % hay una sustitución», aseguró Joan Lladó, quien llegó a resumir su planteamiento con un «aquí no cabe más gente».

De hecho, el exlíder de ERC consideró que permitir la llegada de más gente de fuera supondría «dejar de existir como mallorquines» y consideró que «la bomba demográfica» generada por el «buenismo irresponsable de la izquierda» ha traído a las islas «culturas muy distintas a la nuestra y algunas religiones que nos hacen retroceder».

15 años de residencia para tener ayudas

En esta línea, la nueva formación aboga por instaurar un plazo mínimo de 15 años de residencia en Mallorca para poder obtener ayudas. «Estamos en un momento de emergencia y eso sería lo justo. La gente que cotiza desde hace décadas y ha vertebrado este territorio debe poder acceder a esas prestaciones», aseguró Lladó. Durante la presentación no se habló de lengua, pero tanto los planteamientos previos de ambas formaciones como el escenario -el Estudi General Lul·lià- subrayan la relevancia que la nueva formación otorga al catalán.

Por su parte, el líder de El PI, Tolo Gili, reconoció que Per Mallorca culmina un proceso de radicalización que ha acabado con «el Tolo político tranquilo». «Hasta ayer era un mallorquín moderado, tranquilo, conformista, pero ahora me declaro, en mi nombre y en el de El PI, radicalmente mallorquín».

La formación que lidera Gili nació en 2012 como fusión de la Liga Regionalista de las Islas Baleares, Convergència per les Illes, Unió Menorquina y Nou Partit d'Eivissa, básicamente las cenizas que quedaron después de que Unió Mallorquina (UM), el partido que dominó la política del archipiélago como bisagra de PSOE y PP durante años, desapareciese tras el encarcelamiento de Maria Antònia Munar y el resto de líderes.

Casi sin presencia desde 2023

En ese momento, aunaba a los pocos representantes de UM que se salvaron de la cárcel, como Josep Melià, y a varios miembros del sector más regionalista del PP que salieron del partido enfrentados con José Ramón Bauzá, como el exconsejero Jaume Font o el exalcalde de Manacor, Antoni Pastor.

Desde entonces, siempre consiguieron mantenerse en el Parlamento balear con una pequeña representación en la oposición y lograron varias alcaldías en localidades de Mallorca. Sin embargo, todo cambió con la llegada de Marga Prohens al PP. La actual presidenta del Govern dio un giro regionalista al partido para recuperar un nicho de votantes que tradicionalmente apoyaron al PP en otras épocas, como la de Gabriel Cañellas, lo que desgastó a El PI, que se quedó casi sin presencia institucional tras las elecciones de 2023.

Tras un par de años de travesía en el desierto, el regionalismo mallorquín que aún queda fuera del PP ha tomado dos vías, una novedosa y una clásica. La primera, esta nueva formación inspirada en Aliança Catalana -presidida por Sílvia Orriols- y su explosión en Cataluña. Y la segunda, la refundación de Unió Mallorquina, que pretende ahora aglutinar a los descontentos con el giro radical de El PI y volver a tener presencia institucional.