El pequeño pueblo toledano de 700 habitantes que cuenta con un impresionante patrimonio cultural

Un afluente del Tajo, el Torcón, cruza San Martín de Montalbán como si de una gran ciudad con su gran río se tratase. Pero en esta localidad toledana solo viven algo más de 700 vecinos. Pocos habitantes en contraste con la alta concentración de monumentos que lo convierten en un lugar realmente especial.

En el mismo centro del pueblo está la Iglesia de San Andrés, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1931. El templo original fue diseñado por Alonso de Covarrubias, el arquitecto simpar de la provincia, que ha pasado por sucesivas reconstrucciones y añadiduras de importancia a lo largo de los siglos, desde el XVI hasta principios del XX.

Muchas de sus reliquias fueron expoliadas en la guerra en 1936. También en 1931 fue declarado BIC el Castillo de Montalbán, de más de 16.000 metros cuadrados de extensión, y situado a unos 5 kilómetros del centro del pueblo. Con orígenes musulmanes, se reconstruyó entre el XII y el XIII y es una enorme reliquia de los templarios.

También se hallan dentro de los límites de la localidad los cuatro dólmenes de arquitectura pastoril, con orígenes difusos entre la época visigoda y la Edad Media. El Puente La Canasta solo conserva tres de sus arcos. Siempre se creyó que era de origen romano, pero un estudio reveló que en realidad se construyó a mediados del XIX.

Los llamados Puentes Chicos cruzan el arroyo del Torcón como curiosidad, antes de llegar a Santa María de Melque, el tercero de los BIC de San Martín de Montalbán, construida en torno al año 700 junto al resto del «conjunto de Melque», que incluye un yacimiento o casas de labranza y que también fue una pequeña fortaleza como emplazamiento resistente a la ocupación musulmana.

El último de los lugares de interés del pequeño municipio toledano son las tumbas antropomorfas, sepulturas directamente excavadas en la roca cuya función supuestamente era la descomposición de los cuerpos en el interior de la piedra abierta para ser estos después enterrados en otro lugar.