Los casi setenta pueblos de Castilla-La Mancha donde no vive ningún niño

Concretamente son 69 los pueblos de Castilla-La Mancha donde no vive ningún niño. Y no es como en el pueblo aquel de Indiana Jones y el templo maldito, donde a los niños se los habían llevado para trabajar en las minas.

La respuesta es menos fantástica y casi igualmente turbadora: no hay ninguno empadronado. Lo que significa que en esos pueblos no nacen niños. Simplemente los que un día lo fueron, niños, envejecen y, cuando ya no estén, no habrá relevo, a no ser por una milagrosa e inesperada migración.

Es la historia sin fin de la región, la de menor densidad de población de toda España. 80.000 kilómetros cuadrados y solo un poco más de dos millones de habitantes, cuyos pueblos comenzaron una casi vertiginosa despoblación a partir de los años 60, que continúa.

Quién sabe si este destino que lo parece lo selló el rey Felipe II con su decisión de trasladar la corte desde Toledo a Madrid. Lo cierto es que Madrid hoy, y desde hace muchas décadas, es la región más populosa de España y Castilla-La Mancha la menor, en relación a su densidad. Siete millones de habitantes con un densidad de casi 900 habitantes por kilómetro cuadrado, frente a los dos millones de castellanomanchegos y sus solo 25 pobladores por kilómetro cuadrado.

Una diferencia abismal que encuentra muestras noticiosas mucho más allá de los números, como el caso de los pueblos donde no solo hay pocos habitantes, sino que directamente no hay niños. Un informe del Consejo General de Economistas de 2024 hizo la realidad numérica, con Cuenca y Guadalajara como las provincias más afectadas por esta «epidemia» de difícil solución.