Aspecto actual de la Catedral de Cuenca

Aspecto actual de la Catedral de CuencaAyuntamiento de Cuenca

¿Qué pasó con la torre de la catedral de Cuenca?

El aspecto actual del edificio eclesiástico no se corresponde con la vista que disfrutaron los antiguos vecinos de la ciudad

Cuenca se presenta encajada en un cerro rocoso imponente que se rodea de las aguas del Júcar y el Huécar. El terreno favorable a una resistente defensa fue aprovechando por los musulmanes, que encontraron en el lugar las condiciones óptimas para levantar una fortaleza que inicia la historia de lo que aquellos invasores llamaron Qūnka.

Cuenca desde el aire

Cuenca desde el aireTempus Cuenca

Aunque los primeros pobladores fueron romanos, sería en el año 784 cuando se puede hablar con exactitud de la existencia de lo que hoy se conoce por Cuenca. Habría que esperar a los ejércitos de Alfonso VIII para que en 1177 la ciudad quedase reconquistada y bajo el amparo cristiano. La ciudad ya recuperada pasaría a ser sede episcopal en 1183.

Con la inspiración de la esposa de Alfonso VIII, Leonor de Inglaterra, que venía acompañada de normandos, se inicia la construcción de la que es junto a la de Ávila, la primera catedral gótica de Castilla. Todo ello, seguramente debido a la influencia normanda, viró el estilo del románico al gótico en unas obras que se iniciaron en 1196 y que concluyeron en 1257.

Una catedral expuesta a multiples modificaciones

La catedral fue ordenada construir sobre la antigua mezquita musulmana y se erigió consagrada por San Julián, segundo obispo de Cuenca. Más tarde, en 1208, sería el obispo Rodrigo Ximénez de Rada quien la consagraría definitivamente bajo la advocación de Santa María.

Panorámica de Cuenca donde se observa la torre de la catedral

Panorámica de Cuenca donde se observa la torre de la catedralBiblioteca Nacional de España

En un principio, la catedral se caracterizó por sus tres naves, que pasaban a ser cinco en su ascensión hasta el crucero, con influencias románicas a pesar de su estilo gótico. La primera trasformación llegó en el siglo XV, cuando los ábsides se cambiaron por unas girolas, que definiría la planta de cruz latina, además de un gran presbiterio. Un siglo más tarde, se sumarían casi la totalidad de las capillas.

Además, durante este siglo XVI, la fachada cambió casi por completo y en el XVII se construyó la capilla del Sagrario. En el siglo XVIII de nuevo se vería afectado el exterior y la catedral tomaría aspectos del barroco.

Fernando III mandaría construir dos torres góticas y esta última reforma también les afectó. Estas dos torres, desaparecieron durante un incendio, forzando a la catedral a su enésima reforma entre 1720 y 1723 a cargo de los arquitectos Juan Pérez y Luis de Arteaga.

La torres de las campanas se vino abajo

Tras una construcción casi constante llegaría el siglo XX y el peor de los sucesos para la catedral. El 13 de abril de 1902, en un día cualquiera, se registró uno de los hechos más tristes de la ciudad de Cuenca, la torre de las campanas se hundía ante los ojos de los conquenses.

La catedral previamente al suceso, permanecía en el olvido de las autoridades pertinentes.

Así lo hizo saber en el Congreso de los Diputados, el conde de San Luis y diputado por Huete, Luis José Sartorius. El diputado acusó directa y ferozmente al Gobierno del derrumbe, ya que el propio Obispado de la provincia había avisado en varias ocasiones del penoso estado de la basílica décadas antes de su triste hundimiento.

Catedral de Cuenca antes del hundimiento de la torre de las campanas

Catedral de Cuenca antes del hundimiento de la torre de las campanasBiblioteca Nacional de España

Las obras para la nueva reforma se estimaron en 100.000 pesetas, que no se concedieron por la alta demanda de restauración que sostenían otros templos. El ministro de Gracia y Justicia, Juan Montilla y Adán, dio la razón al conde en aquel Congreso y condenó la falta de recursos para poder actuar con mayor celeridad antes de que ocurran desgracias de tal calibre. Eso sí, la puntilla de las declaraciones del señor Montilla recogidas en la época por la Gaceta de Madrid, no dejan indiferente a nadie:

“Sin que sea dirigir recriminación de ninguna clase a las personas dignísimas que rigen las Catedrales, debo decir a su señoría y al Congreso que sería muy conveniente que cuando las iglesias están denunciadas por su estado ruinoso o por necesitar obras de reparación, no se voltearán las campanas, pues es muy probable que el hecho tristísimo que lamentamos haya podido ocurrir porque se haya ido minando, poco a poco, la resistencia de la torre por voltear las campanas de gran peso, como todas las que existen en las Catedrales».

La solución al parecer quedaba lejos de una reforma y mucho más aún de la partida presupuestaria exigida por el Obispado conquense para llevarla a cabo. El problema fue de las campanas, que debían callar para avergonzar, aún más si cabe, la terrible situación de la catedral.

Consecuencias y soluciones

El hundimiento de la torre de las campanas se saldó, por desgracia, llevándose por delante la vida de tres niños de nueve, diez y once años, además de la hija del campanero residente en la época que por entonces contaba con una edad de veintidós años.

La catedral no empezaría su reconstrucción hasta 1910, desembocando en el actual aspecto conocido por todos los que la han visitado. La fachada es obra de Vicente Lampérez y la dotó de un estilo neogótico, dejando a la vista claramente que la catedral no está concluida.

La única imagen de la fachada es la de San Julián y cabe destacar que junto al campanario, se vino abajo la veleta de madera que contenía la figura del conquistador Alfonso VIII, causante de la construcción de la catedral y que se representaba con una espada en su mano derecha y el pendón de Castilla en la izquierda.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas