Bodegas Antonio Serrano
Así ha logrado un airén de viñedos antiguos colarse entre los mejores vinos de España
En una tierra acostumbrada a hablar bajo el sol y a crecer contra el viento, un vino manchego acaba de romper el silencio. Las Marianas Airén 2023, la última creación de Antonio Serrano, ha sido elegido mejor vino de la variedad airén de España en la Guía SeVi 2025, con una calificación sobresaliente de 94 puntos. Un reconocimiento que lo sitúa en el cuadro de honor y que confirma lo que muchos intuían: que la airén, la reina discreta de La Mancha, está viviendo una revolución silenciosa.
La guía, dirigida por Salvador Manjón y Vicent Escamilla, evalúa los vinos según la variedad predominante. Este año, la airén ha encontrado en Las Marianas su voz más afinada: un vino que reivindica el terruño, la altitud y la identidad de una comarca que se redescubre a sí misma.
Villarrobledo: donde la altitud reinventa el paisaje del vino
La historia de Las Marianas no se entiende sin Villarrobledo (Albacete), ese lugar donde la llanura deja de serlo cuando los viñedos empiezan a trepar hacia los 750 y 900 metros. Allí late el proyecto personal de Antonio Serrano, un viticultor que ha convertido la altitud en filosofía y la tradición en una forma de futuro.
En estas parcelas altas, la diferencia térmica entre el día y la noche dibuja un microclima casi insólito, con una integral térmica comparable a la de La Rioja. ¿El resultado? Uvas más expresivas, acidez equilibrada, aromas definidos. Vinos que respiran frescura incluso en los veranos más duros y que se adelantan, con inteligencia, a los desafíos del cambio climático.
Tinajas, ciencia y una forma de volver al origen
Una parte esencial del carácter de Las Marianas nace bajo tierra. Antonio Serrano ha recuperado una práctica que en La Mancha es casi un latido ancestral: la crianza en tinajas de barro centenarias. Durante cinco meses, el vino se afina en estas vasijas que conectan pasado y presente, para después completar su transformación con siete meses en barricas de roble francés de 500 litros.
Las Marianas 2023
Esa combinación —ancestral y científica a partes iguales— moldea un vino blanco gastronómico, complejo, con un perfil que sorprende incluso a quienes creen conocer la airén.
Un vino con alma: notas, sensaciones y territorio
A la vista, amarillo pajizo con reflejos dorados. Denso. Luminoso. En nariz, aparecen minerales, cera de abejas, hierbas de infusión como la manzanilla y un eco meloso que lo envuelve todo. En boca se abre untuoso y graso, con una acidez media que sostiene su volumen y lo hace persistente. En el retrogusto regresan el mineral, la cera, las infusiones… con un susurro final de vainilla y ligeros tostados.
Es un vino hecho para el disfrute pausado: perfecto con pescados grasos, quesos semicurados, marisco cocido, pastas de salsas blancas o carnes blancas a la plancha. Su temperatura ideal se mueve entre 6 y 8 °C. Su precio es de 16,50 euros.
Un referente de presente… y de futuro
Con la puntuación más alta del año en su categoría, Las Marianas Airén 2023 se convierte en un vino imprescindible para entender el presente y el mañana de esta variedad. En una comarca donde la airén fue durante décadas sinónimo de granel, el trabajo de proyectos como el de Antonio Serrano demuestra que todavía quedaban historias por contar. Y que algunas de ellas son extraordinarias.
El propio viticultor lo resume con una claridad que emociona: «Este vino nace de un viñedo singular, con suelos pobres, profundo arraigo y manejo sostenible. Es un Airén de altura, tanto por su altitud como por su ambición. No busca ser más que lo que es: una expresión honesta de la tierra que lo ve crecer».
La identidad de un proyecto que mira lejos
En Bodegas Antonio Serrano, la altitud no es solo un dato, sino una forma de interpretar el paisaje. Viñedos entre 750 y 1.000 metros que transforman el clima, la cata y la historia. Una enología que combina ciencia, viajes, formación y memoria familiar. Una apuesta por variedades autóctonas —airén y cencibel— que recupera la esencia de la viticultura española.
Un proyecto joven, atrevido, divertido. Rebeldía bien entendida. O como afirma el propio Antonio: «La clave es la pasión. Amamos nuestra tierra. Experimentamos. Disfrutamos. Y eso se nota en cada botella».