'El alma romana de Cuenca' expone su riqueza fusionando sus joyas culturales: Segóbriga, Noheda y Ercávica

La huella de Roma está presente en casi la totalidad de la Península Ibérica. Grandes yacimientos, orgullo todavía en la actualidad de las gentes que habitan sus zonas adyacentes, se presentan como gran exposición del poder presente en la que fuera Hispania.

En Castilla-La Mancha, Cuenca recoge gran parte del exponente cultural romano, con vestigios de alto valor histórico, que gracias a su gran conservación, supusieron una aportación de gran consideración para comprender el paso del Imperio. Actualmente, las ruinas presentes atraen a miles de turistas que viven la experiencia de pisar las piedras que hace miles de años daban vida a un pueblo que tejió gran parte de la base cultural occidental.

Aprovechando el gran reclamo de viajeros, tres de los parques arqueológicos de mayor importancia en la provincia, se unen para juntos promover la llegada de más turistas. Bajo el lema 'El alma romana de Cuenca', los yacimientos firman una nueva campaña de promoción sustentada en dos objetivos básicos.

Ercávica, Segóbriga y Noheda se unen en busca de desarrollar métodos que llamen la atención del público joven, clave para que en el futuro se siga poniendo en valor el pasado. Además, el segundo objetivo pretende abrir mercado, aprovechando la cercanía con Madrid y la llegada de turistas internacionales en la capital.

Tras las huellas de Roma

Los tres yacimientos suponen un conjunto indispensable para comprender las costumbres, tradiciones y vida del pueblo romano, que quedó instaurado en Hispania. Segóbriga es una de las ciudades romanas mejor conservadas del Imperio expandido.

En este caso Roma se asentó en los cimientos de un castro celtibérico conquistado en el siglo II a.C., por su riqueza minera. El lapis specularis fue uno de los motivos de peso para el asentamiento del pueblo romano, que aprovechó esta piedra de yeso destacado por su traslucidez para hacer ventanas y ornamentos. La ciudad muestra una considerable prosperidad, que destacó al asentamiento por su presencia en la ruta con Cartago Nova. Su visita ofrece la experiencia de adentrarse en espacios como el anfiteatro, el foro o el circo.

Si el yacimiento de Segóbriga sirve para conocer la vida más civil, Noheda ofrece un legado artístico incomparable. La villa romana se mantuvo con vida desde el siglo I a.C. hasta el VI d.C. y se destaca por la presencia de un mosaico incomparable. Para muchos expertos, el de Noheda, es el mosaico figurativo más importante de todo el Imperio. Además, sus representaciones dan cuenta de elementos importantes para comprender el desarrollo de la vida y cultura romana.

En cambio, Ecárvica no cuenta con una fecha firme de inicio de su actividad, aunque los historiadores la sitúan en torno al siglo I a.C., siendo su gran esplendor durante los I y II d.C., aunque ya evidenciando en comienzo del declive romano. Entre sus vestigios se destaca su condición de ciudad amurallada, siendo uno de los pocos ejemplos del periodo al que responde el yacimiento. Sus más de veinte hectáreas de terreno con presencia de ruinas se destacan como claro testigo de la composición de las ciudades romanas.

Tres parques con diferentes atractivos

La campaña promueve recorrer los tres yacimientos, para extraer la experiencia perfecta de comprender la idiosincrasia de las ciudades romanas de la época. Su presencia tuvo una gran importancia en la provincia de Cuenca por el lapis specularis, lo que ha legado un patrimonio «único» que la Diputación quiere poner al servicio de la sociedad generando riqueza, empleo y futuro de la mano del sector turístico.

La promoción conquense estará presente tanto en medios nacionales y regionales y en los principales puntos digitales de la capital de España para asegurar el máximo de impactos posibles. Por este motivo, se expondrá en el Metro, en Atocha, en los intercambiadores de plaza Castilla o avenida de América, en quioscos, marquesinas y en algunas de las pantallas más emblemáticas de la Gran Vía.

En el acto estuvieron presentes cargos relacionados con la promoción turística de la provincia de Cuenca, así como la diputada provincial de Patrimonio, Ferias y Turismo, Mayte Megía. La diputada explicaba que el proyecto pretende llegar a públicos nuevos y dar una imagen de unidad de los yacimientos arqueológicos para fomentar la movilidad de los turistas entre ellos.

«Nuestros parques arqueológicos son como un menú degustación donde cada uno de ellos es un plato que por sí mismo tiene su atractivo, pero que unidos forman un auténtico festín cultural», ha remarcado Megía.