El polémico barco fantasma de Toledo: costó 345.000 €, nunca navegó y ahora se vende por solo 67.700

Hay decisiones públicas que acaban convertidas en símbolo. El barco turístico que la Diputación de Toledo compró en 2015 para impulsar las visitas al yacimiento de Ciudad de Vascos es una de ellas. Diez años después, sin haber tocado jamás el agua en Castilla-La Mancha, la institución provincial vuelve a sacarlo a subasta. Esta vez, a precio casi residual: 67.700 euros.

La rebaja es drástica y dice mucho del recorrido de una embarcación pensada para navegar por el río Huso y acercar turistas a uno de los enclaves arqueológicos más singulares de la provincia. El barco nunca cumplió su misión. Hoy sigue varado en Galicia, lejos del Tajo y del sueño que lo vio nacer.

De inversión estratégica a saldo

El barco fue adquirido por 344.850 euros cuando la Diputación estaba gobernada por el Partido Popular, con Arturo García-Tizón al frente. La idea era innovadora: un acceso fluvial al yacimiento de Ciudad de Vascos que reforzara su atractivo turístico. Sin embargo, el plan se estrelló pronto contra la realidad administrativa. La Confederación Hidrográfica del Tajo determinó que el río Huso no era navegable.

Desde entonces, el barco se convirtió en un problema heredado. En 2017, con el socialista Álvaro Gutiérrez al frente de la Diputación, se intentó vender por primera vez al mismo precio que había costado. No hubo interesados. A partir de ahí, licitación tras licitación, la cifra fue cayendo hasta rozar una depreciación cercana al 80 %.

Once intentos y ninguna salida

La última subasta antes de la actual se celebró en junio de 2023, con un precio de 162.462 euros. También quedó desierta. Ahora, la Diputación ha decidido dar un golpe definitivo a la mesa y reducir el importe en casi 95.000 euros más. En total, 277.150 euros por debajo del coste original.

La venta se realizará mediante subasta pública electrónica y se adjudicará a la oferta económica más alta. El precio no incluye impuestos ni gastos asociados, que correrán a cargo del comprador. El plazo para presentar propuestas finalizará el 16 de enero de 2026 a las 14:00 horas, con una garantía exigida del 5 % del tipo de licitación.

Varado en Galicia y generando gastos

Mientras tanto, el barco sigue en Ribadeo (Lugo). Allí permanece, en la Marina Seca del Real Club Náutico de Ribadeo, acumulando costes. La Diputación calcula un gasto anual de unos 4.000 euros en concepto de amarre, una factura constante para una embarcación que no presta ningún servicio.

En el verano de 2024, el equipo de gobierno llegó a reconocer que existía una oferta sobre la mesa de unos 162.000 euros. Sin embargo, aquella posible venta nunca llegó a materializarse. La nueva licitación confirma que la operación se enfrió y que la institución ha optado por una rebaja aún más agresiva para cerrar el capítulo.

Un barco moderno… sobre el papel

La embarcación fue construida por Astilleros Gondán y botada en 2015. Es un monocasco de fibra de vidrio, propulsado por dos motores eléctricos, con capacidad para 60 pasajeros y diseño adaptado para personas con movilidad reducida. Dispone de paneles solares, baterías, sistemas de navegación, aseos —uno de ellos adaptado— y una cabina cerrada para viajeros.

Sobre el papel, el proyecto era ambicioso y moderno. En la práctica, el paso del tiempo y la falta de uso han pasado factura.

Según los pliegos de la subasta, el estado de conservación es deficiente. No se han realizado labores de mantenimiento desde su botadura. La cámara de máquinas se encuentra parcialmente inundada, las baterías están agotadas y varios equipos muestran un notable envejecimiento. El casco no presenta daños estructurales evidentes, aunque necesita una limpieza profunda.

Además, el barco no es operativo, carece de documentación en regla y se encuentra en seco. Todo ello obliga al futuro comprador a asumir no solo el precio de adquisición, sino también los costes de puesta a punto, traslado, registro e impuestos.

Un símbolo incómodo para el actual gobierno

Desde 2023, la Diputación de Toledo está gobernada por una coalición del PP y Vox, presidida por Conchi Cedillo. La nueva rebaja busca cerrar definitivamente una historia incómoda: la de una embarcación que nunca navegó en Castilla-La Mancha y que se ha convertido en uno de los ejemplos más claros de cómo una inversión pública puede acabar encallada durante años. Ahora, el barco vuelve a esperar comprador. Esta vez, a precio de saldo.