Incendio en Abejera y Ríofrio de AlisteJ.L. Leal

Zamora revive la pesadilla del incendio en la Sierra de la Culebra: «Salimos huyendo, nadie nos avisó»

«Un incendio no te da ningún tipo de oportunidad, ni el fuego, ni el humo», advierte el presidente de la Diputación, Javier Faúndez, que está ayudando a apagar los fuegos junto a los bomberos del Consorcio Provincial de Incendios

Tomar una ruta de evacuación equivocada ha hecho que cuatro vecinos de la localidad zamorana de Abejera se encuentren hospitalizados con quemaduras, dos de ellos graves y dos críticos, mientras en la zona el incendio que se originó el lunes en Puercas (Zamora) hace a muchos revivir la pesadilla de hace tres veranos de la Sierra de la Culebra.

El incendio de Puercas hizo que el martes por la tarde se viviera una situación crítica en la evacuación de Abejera y en la posterior lucha para que el fuego no entrase en las casas de esa población, y esa situación la han comparado algunos vecinos con la que sufrió uno de los cuatro muertos registrados en el incendio de hace tres años cuando huía en coche de las llamas.

Dos de los evacuados de Abejera que este miércoles por la mañana han regresado al pueblo para ver los daños que han sufrido una decena de edificaciones de la localidad, Gregorio y Manuel, han detallado que los heridos graves huyeron en coche, pero cogieron una ruta de evacuación equivocada, al hacerlo en dirección a Riofrío.

Un brigadista ante una lengua de fuego procedente del Incendio forestal que afecta a Puercas (Zamora)EFE / Mariam A. Montesinos

«Nosotros salimos por la carretera de arriba y no hubo problemas, pero entre los que se metieron por la de abajo, en dirección Riofrío, que salieron varios coches, uno se prendió fuego», lamenta.

El coche quemado, aún en la carretera

Los restos del vehículo calcinado aún permanecen en la carretera, a algo más de medio kilómetro del casco urbano.

Todo después de que un cambio del viento acelerara las llamas, que estaban lejos pero en un cuarto de hora llegaron al casco urbano y cuando salieron estos vecinos alcanzaban unos contenedores a la entrada de esta población de un centenar de habitantes en las estribaciones de la Sierra de la Culebra.

Vehículo calcinado por el incendio forestal de Abejera (Zamora)EFE / Mariam A. Montesinos

Corrobora la situación el presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez, que aunque de vacaciones en sus responsabilidades políticas, los últimos días ha estado ayudando a apagar los fuegos junto a los bomberos del Consorcio Provincial de Incendios, a raíz de su experiencia como bombero voluntario durante 15 años.

Faúndez explica a Efe que se encontró a una persona con quemaduras que había intentado salir por una pista forestal del pueblo y a otra, desorientada a unos 700 metros del pueblo.

Viento huracanado

«Un incendio no te da ningún tipo de oportunidad, ni el fuego, ni el humo», advierte, para detallar que el lunes por la noche había estado en el entorno de Abejera con los bomberos y estaba «todo en orden» pero el martes por la tarde hubo «un cambio de viento huracanado, de 50, 60 o 70 kilómetros hora que te hace sentirte impotente».

Por ello, hace un llamamiento a seguir las instrucciones de las fuerzas del orden en las evacuaciones y disuade a «esas personas que, con toda la buena voluntad del mundo, con pantalón corto, un batefuego o una rama» salen a intentar apagar las llamas, puesto que los nuevos incendios son «tremendamente virulentos» y pueden poner en riesgo su vida.

En Tábara también tienen presente la devastación y las consecuencias mortales del fuego de hace tres años. Por eso, los vecinos el martes por la noche se volcaron cuando les pidieron colaboración con colchones, camas, comida o bebida para acoger a los desalojados de Abejera y otros pueblos.

Incendio en Abejera y Ríofrio de AlisteJ.L. Leal

Les acondicionaron en el auditorio municipal hasta que llegó Cruz Roja y se encargaron de su atención y de que no les faltara comida ni bebida, según relata el vecino de Tábara Santiago Andrés.

Entre los desalojados, la vecina de Abejera Beatriz Madrid, que llegó a Tábara sobre las siete de la tarde del martes, admite a Efe que en la evacuación pasaron «muchísimo» miedo. «Salimos huyendo, nadie nos avisó de nada, no nos han dejado defendernos, no había medios, no había información, no había actitud, no había nada», denuncia.

Reconoce que en Tábara les han tratado «como a uno más» y los vecinos les han traído «camas, sofás, neveras, agua, comida, cariño; tenemos muchísimo que agradecerle a este pueblo», añade. También lanza un mensaje a los políticos para que «dejen de mirarse el ombligo y piensen en los pueblos» porque «se les llena la boca con la España vaciada y al final lo que dejan es morir a los pueblos y sus gentes».