El Campus Universitario de Vegazana de la Universidad de León, en una imagen de archivoULE

Profesores de primaria y secundaria se forman para intentar implantar la lengua leonesa en las aulas

El objetivo último de un curso de la Universidad de León es que este idioma pueda introducirse en el futuro en los colegios e institutos de la región

El Estatuto de Autonomía de Castilla y León indica que «el leonés será objeto de protección específica por parte de las instituciones por su particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad. Su protección, uso y promoción serán objeto de regulación». Y, en base a esto y a alguna declaración por parte de la Consejería de Educación, el leonesismo, especialmente la Unión del Pueblo Leonés (UPL), lleva años tratando de que el llionés se pueda estudiar en los colegios e institutos de León, Zamora y Salamanca, donde se habla –poco– en sus distintas variantes.

Hace ahora justo tres años, la consejera del ramo, Rocío Lucas, apuntó a que era «imposible» que esta lengua romance pudiera estudiarse en las aulas castellanoleonesas, ya que había varios requisitos necesarios que no se cumplían. Entre éstos, que existiera una gramática oficial para que pudiera establecerse su currículo en cada etapa educativa y –aquí está el quid de la cuestión– que existiera profesorado que dispusiese de la titulación necesaria.

En León debieron de tomar nota ante la respuesta oficial que la Consejería de Educación, con firma de la propia Lucas, le dio al procurador de la UPL José Ramón García, ya que desde el año pasado la Universidad de León oferta un curso que precisamente lo que busca es formar docentes para poder llevar la lengua provincial a los centros educativos.

Este curso de extensión universitaria, titulado inequívocamente 'El leonés en el aula: propuestas y materiales para educación primaria y secundaria', ha comenzado este martes su segunda edición y lo llevan a cabo la Cátedra de Estudios Leoneses –a la que la Junta ha dotado este año con 70.000 euros para promover el estudio de la historia del leonés–, en colaboración con el departamento de Filología Hispánica y Clásica de la ULE.

Una bandera leonesa, en una imagen de archivoULE

Pensado para entre diez y 40 docentes, este curso se extenderá hasta el próximo 23 de octubre y, con un módico precio de diez euros –reducidos a cinco en el caso de los alumnos de la Universidad de León–, «está especialmente dirigida a profesores de educación primaria y secundaria, estudiantes del Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas, estudiantes de Lengua Española, y abierta en general a todas las personas que estén interesadas en la materia», como apuntan desde la ULE.

«Entre los objetivos que se desea alcanzar destaca el desarrollo de propuestas didácticas para llevar el leonés (desde diversas perspectivas) a las aulas de primaria y secundaria. Además, se conocerán testimonios reales de experiencias didácticas relacionadas con la enseñanza del leonés», apuntan desde la institución académica, desde donde añaden que «la formación que se ofrecerá permitirá a los participantes valorar el patrimonio cultural inmaterial leonés, especialmente el referido al ámbito del romancero y sus aplicaciones en el aula».

PP y Vox rechazaron la asignatura

En el programa del curso se especifica que el objetivo es «combinarlo con propuestas prácticas y materiales que permitan introducir de algún modo este tipo de contenidos en las aulas de primaria y secundaria». «La idea es no solo abordarlos desde el punto de vista lingüístico o la materia de Lengua Castellana, sino poder considerarlo un contenido de carácter transversal que permita la interacción y colaboración entre distintas materias y docentes», agregan.

En diciembre del año pasado, PP y Vox tumbaron en las Cortes una moción del PSOE para que se ofertase, precisamente, una asignatura este curso en los centros educativos. La apoyaron el Grupo UPL-Soria YA y Pablo Fernández, de Unidas Podemos y Por Ávila y el ex de Ciudadanos Francisco Igea se abstuvieron. Este último rechazó, según indicó, comenzar «una carrera ya recorrida en otros territorios» con lenguas propias que acaba generando «inequidades».