Fuente el Olmo de Íscar (Segovia)
Pesadilla química en un pueblo de Segovia confinado por una fumigación tóxica: «Me ardían los ojos»
Cuatro personas necesitaron asistencia médica por irritación ocular, tos persistente y erupciones cutáneas
Un sábado por la noche que transcurría sin sobresaltos en Fuente el Olmo de Íscar (Segovia) se convirtió en una pesadilla química. En cuestión de minutos, los vecinos comenzaron a sufrir irritación en los ojos, tos, dolor de cabeza y un picor insoportable en el cuerpo.
«Hubo un momento en que me ardían los ojos», relató la alcaldesa, Noelia Herrero, que salió de su casa para averiguar qué estaba ocurriendo en el pequeño municipio de 45 personas que regenta. Al acercarse al foco del olor, descubrió que un agricultor estaba fumigando una finca cercana al núcleo urbano con Metam Sodio 51 %, un potente fitosanitario de uso restringido.
El viento siguió empujando el gas hacia el casco urbano, y en pocos minutos, los síntomas se multiplicaron. Vecinos comenzaron a llamar a emergencias, y el pánico se extendió.
«En la finca el aire ya era insoportable, tenía la cara roja, pero la peor parte se la llevó el guarda forestal, decía que tenía los ganglios inflamados y tuvo que ir al centro de salud de Íscar», relató la alcaldesa al Adelantado de Segovia.
La Guardia Civil acudió al municipio segoviano y ordenó el confinamiento de los vecinos por precaución. Finalmente, cuatro personas (entre ellas la alcaldesa) necesitaron asistencia médica por irritación ocular, tos persistente y erupciones cutáneas.
Denuncia ante la Delegación Territorial
Según vecinos de la localidad, el tractorista que fumigaba la finca (donde se producen plantones de fresa) insistió en seguir trabajando pese al contratiempo, argumentando que todo estaba documentado legalmente.
Los técnicos medioambientales tomaron muestras del terreno y del aire para determinar si se incumplieron las distancias mínimas de seguridad o las condiciones del uso del producto. El Metam Sodio requiere aplicar la sustancia con el suelo sellado y sin presencia de viento, condiciones que, según testigos, no se respetaron.
El Ayuntamiento ha denunciado lo ocurrido ante la Delegación Territorial, exigiendo explicaciones y controles. «No estoy en contra de la agricultura, pero no se puede poner en peligro a la población. Que quien autoriza esto venga y lo haga aquí, con sus hijos al lado», concluyó la alcaldesa.
