Exterior de TV3
El laberinto catalán
El PSC facilita a los independentistas el control de TV3
Los socialistas se suman al bloque independentista, que necesita de un acuerdo parlamentario de mayoría reforzada para renovar los órganos de dirección de la TV y radio públicas catalanas
No solo las instituciones del Estado como el Consejo General del Poder Judicial tienen atascada su renovación, en Cataluña sucedía los mismo hasta hace pocas semanas. En los días previos a la Navidad, quizás por aquello de que en esos días la atención de opinión pública no se centra en la política y al PSC le incomodaba el acuerdo, algo vergonzante, con los independentistas se pactó la renovación de los órganos de dirección de la Corporación Catalana de Radio Televisión CCMA, el ente propietario de TV3, Cataluña Radio y la Agencia Catalana de Noticias, una agencia pública autonómica al estilo de la agencia Efe.
La renovación de los órganos de dirección de la televisión y la radio públicas catalanas depende de un acuerdo parlamentario de mayoría reforzada. En la legislatura anterior Cs estuvo a punto de llegar a un acuerdo con el bloque independentista, pero las críticas procedentes de sectores de sus propias filas les hizo desistir, finalmente, de un acuerdo que ya estaba firmado y los nombres designados. El PSC no ha tenido los remilgos que frenaron a Cs y ha tardado pocos meses desde la constitución del nuevo gobierno independentista en llegar a un acuerdo que otorga la presidencia del organismo a una persona propuesta por ERC, la dirección de TV3 también recaerá en los republicanos y la de Cataluña Radio, hasta ahora en manos de los de Junqueras pasará al Junts de Borras y Puigdemont. El independentismo siempre a la greña a la hora de conservar el poder en los medios de comunicación aparta sus diferencias y el PSC aplica su principio maoísta de «gato blanco o gato negro, lo importante es que cace ratones» y por lo tanto entre quedarse fuera del reparto de cargos o acceder a ellos siempre opta por la segunda opción.
Vista general de un pleno en el Parlament, el 9 de febrero de 2022, en Barcelona
El PSC obtiene a cambio de facilitar el control de la TV y la Radio a ERC y a Junts una suculenta pedrea en el reparto de cargos dado que se lleva la Sindicatura de Greuges, el defensor del pueblo catalán, cargo que ha recaído en la exvocal del CGPJ, Esther Giménez Salinas. Los socialistas a cambio de perpetuar a los independentistas al frente de la televisión y radio públicas también han recibido tres puestos en el consejo de administración de la CCMA, la Corpo en el argot político catalán. El consejo de la Corpo es uno de los cargos más apetecibles de la política catalana dado que los miembros del mismo se nombran por seis años y se reparten entre sus miembros anualmente 750.000 euros en salarios.
Falta de banquillo
ERC, que anhelaba desde tiempos inmemoriales ocupar la cima de la CCMA ha propuesto para el cargo a Rosa Romà, mujer joven y de trayectoria brillante que trabajo en el equipo de comunicación de Xavier Trias en su paso por la Alcaldía de Barcelona y luego dirigió la comunicación del Cat Salut, el departamento de mayor envergadura y presupuesto de la administración catalana.
Ferran Brunet en su último libro, Economía del Separatismo catalán afirma que en Cataluña hay 4.000 cargos que cobran más que Pedro Sánchez y ERC, al acceder a la presidencia de la Generalitat, ha hecho patente una inquietante baja calidad de sus cuadros y falta de banquillo para cubrir tantos puestos pero Romà es la excepción dado que nunca tuvo un perfil marcadamente partidista, es discreta, buena profesional y actualmente es Decana del Colegio de Publicitarios de Cataluña.
Un núcleo de agitación
Junts per Cataluña, que ocupaba hasta ahora la presidencia mediante Nuria Llorach no tenía ninguna prisa en renovar dichos órganos dado que TV3 es el núcleo de agitación y propaganda que lanza consignas a los seguidores de la causa independentista y perder el control de TV3 significa algo casi tan doloroso como haber sido desplazados, aunque fuera por un puñado de votos, de la presidencia de la Generalitat. Junts ha promovido a la vicepresidencia de la CCMA a Angels Ponsa, exconsejera de Cultura de la Generalitat que saltó a la fama por sus afirmaciones xenófobas sobre el español del que dijo que «debería limitarse a uso doméstico» o prometió investigar el por qué «en TV3 se habla tanto español» cuando es una televisión que realiza el 100 % de sus emisiones en catalán.
La presidenta en funciones de la CCMA Núria Llorach
El consejo lo completan los tres consejeros que propone el PSC y Laura Piñol, quien fuera jefe de gabinete de Carod–Rovira, el vicepresidente cesado por Maragall por negociar con ETA en Perpiñán, que llega al consejo a propuesta de ERC y con un perfil marcadamente más ideológico que Romà.
Sectarismo e insultos
Junts se lleva como premio de consolación la dirección de Cataluña Radio, cargo para que que se realizará el falso concurso, y la presidencia del Consejo Audiovisual de Cataluña, CAC, un organismo que aparentemente tiene por objetivo el control de la pluralidad de los medios de comunicación públicos, pero que en realidad es un avalador cómplice de los continuos actos de sectarismo e insulto de TV3 y Cataluña Radio hacia la lengua española, los españoles en general y los catalanes no independentistas en particular. El libro «TV3, El Timborilero del Bruc del Proces» de Sergio Fidalgo (Ed. Hildy) resume a la perfección el cumulo de actos soeces y de sectarismo de TV3. Junts no ha tenido la finezza de ERC y al frente del CAC ha colocado a Xavi Xirgu, el biógrafo de Puigdemont, director del periódico El Punt Avui donde trabajo el propio Puigdemont y su esposa antes de que el prófugo expresidente ocupara la alcaldía de Girona.
La dimensión de la Corporación Catalana de Radio Televisión es la mayor de todas las TV autonómicas de España
La CCMA no es solo un órgano de control, poder e influencia política mediante la manipulación también es una gran empresa, con un presupuesto de 284 millones de euros anuales y más de 2.356 trabajadores. Su dimensión es la mayor de los todas las TV autonómicas de España, incluida Andalucía con un millón de habitantes más que Cataluña e incluso tiene mayor dimensión que las dos grandes TV privadas españolas Atresmedia y Mediaset.
TV3 no ha estado exenta de escándalos de corrupción, el último de ellos a cargo de Triacom, productora a la que TV3 contrataba y a su vez esta subcontrataba, quedándose un margen del que ahora se investiga si servía para financiar a CiU/Junts. La subcontrata se hacía cargo de todo el trabajo y recaía en Mediapro, empresa de Jaume Roures con problemas financieros, propietaria de los derechos del fútbol, inmersa en problemas legales en EE.UU. y Francia y protectora tanto de líderes políticos independentistas, como de personajes como Laporta al que apoyo para la Presidencia del FC Barcelona o Pablo Iglesias. Triacom, que está dirigida por el exgerente de TV3 Oriol Carbo, facturo a TV3 un total de 31,3 millones de euros más del 80 % de su volumen de negocio.
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