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28 de abril de 2024

Un fuet, tradicional embutido de cerdo

Un fuet, tradicional embutido de cerdoPexels

Cataluña

La CUP y la extrema izquierda no quieren servir carne de cerdo en las fiestas populares porque ofende a los musulmanes

La polémica surge por la decisión de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, de repartir fuet durante la verbena de San Juan

La alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols (Aliança Catalana), anunciaba que ya había cumplido el primer punto de su programa electoral: recuperar las tradiciones. Y lo cumplió durante la verbena de San Juan, porque además de la tradicional hoguera, se repartió «coca, fuet y chocolate para todos». Es lo que se decía en el cartel que editó el propio ayuntamiento y que despertó las críticas de la CUP y de otros sectores de extrema izquierda, que piden que se prohíba la carne de cerdo de las fiestas catalanas por respeto a los musulmanes.
El problema estaba en el fuet, un embutido alargado, que se elabora con carne de cerdo, y que, para estos grupos, repartirlo en esa fiesta «tiene una clara intencionalidad de excluir a toda aquella gente que no lo come por la razón que sea». Se trataba, decían, otros, de «repartir fuet para todos como quine reparte ajos para espantar a los vampiros». Y también hay quienes han acusado a la alcaldesa no sólo de islamófoba, sino también de antisemita porque así, estaba excluyendo a la comunidad judía.
Se da la circunstancia, por ejemplo, que en el pleno que se celebró en febrero del año pasado, se aprobó una moción presentada por la actual alcaldesa en la que se instaba a erradicar la mutilación genital femenina. Pues bien, los concejales de la CUP, que ahora se apunta a iniciativas como evitar la carne de cerdo, votaron en contra de la iniciativa. Y uno de ellos, Rebeca Galavís, repite como esta legislatura.

«Cordón sanitario» contra Orriols

Lo cierto es que la CUP, junto con ERC y con el PSC, impulsó un cordón sanitario para evitar que Orriols, a la que tildan abiertamente de fascista, consiguiera la alcaldía. Se trataba de un pacto de todos contra la líder de Aliança Catalana. Pero en la ecuación falló Junts, que el día del pleno de constitución de los ayuntamientos decidió votar a su candidata, Manoli Vega, que, eso sí, se mostró abierta par a trabajar y presentar una moción de censura contra Orriols.
La ahora alcaldesa ha dejado claro que lucha por la reunificación y la independencia de toda la «patria catalana», poniendo fin a «siglos de ocupación colonial española y francesa». De hecho, por ejemplo, plantea que el español sea erradicado en Cataluña, prohibir que los inmigrantes puedan empadronarse y recibir ayudas. Además de que se ha presentado como la catalana que acabará con Vox. Y también ha anunciado que uno de sus objetivos es cerrar la mezquita de Ripoll. Hay que tener en cuenta que la célula islamista que perpetró los atentados de Barcelona y de Cambrils de 2017 vivía en Ripoll, y uno de los epicentros era esa mezquita.
Pero a pesar de las críticas que recibe por sus decisiones o por sus comentarios, ella deja claro que no aspira a ser «la persona más humanitaria, altruista, desinteresada y generosa del mundo… Aspiro a dejar un país libre, catalán, próspero y civilizado a mis hijos». Todo ello, porque ha denunciado, con datos del mes de mayo, que Ripoll cuenta con un 14% de inmigración, y, sin embargo, «el porcentaje que este colectivo representa en el uso de algunos servicios, como el de distribución de alimentos, donde el 68 % de los núcleos familiares usuarios son inmigrantes».
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