El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
Cataluña Remodelación cosmética de Aragonès, que refuerza a su núcleo duro para intentar acabar la legislatura
Laura Vilagrà, principal negociadora con el ejecutivo de Sánchez, será vicepresidenta y Sergi Sabrià será el nuevo viceconsejero de Estrategia y Comunicación
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha presentado este martes un retoque de su gobierno con la vista puesta en las elecciones catalanas, previstas para el 2025. El objetivo es aguantar la legislatura hasta el final y por este motivo ha reforzado a su núcleo duro. Laura Vilagrà, la principal negociadora del Govern con el ejecutivo de Pedro Sánchez, será vicepresidenta; mientras que Sergi Sabrià, hasta ahora director de la Oficina del Presidente, será viceconsejero de Estrategia y Comunicación.
Aragonès dice que en estos momentos hay que dar al Govern «la máxima proyección» para que la «voz de Cataluña» salga reforzada, teniendo en cuenta que hay muchas carpetas abiertas encima de la mesa. Se refiere el presidente de la Generalitat al traspaso de Rodalies; a la negociación para conseguir una financiación «singular» para Cataluña; la implementación de la ley de amnistía y la apertura de «la segunda fase de negociación con el Estado», o lo que es lo mismo, conseguir un referéndum para Cataluña. Aragonès ha recordado que «quien ha abierto este camino», con diálogo, ha sido precisamente Vilagrà, la flamante vicepresidenta.
Pero Aragonès también ha lanzado un aviso: va a «culminar la legislatura». Y eso que solo cuenta con el apoyo de 33 diputados, los de ERC, de los 135 que conforman el Parlament. Pero el presidente de la Generalitat ha advertido a los que «siembran dudas» sobre un adelanto electoral que «abandonen toda esperanza», porque no tiene intención de convocar elecciones anticipadas. Y si alguien tenía dudas, precisa, «las decisiones de hoy lo confirman».
Por otro lado, el presidente de la Generalitat ha «celebrado» ella cuerdo entre los partidos separatistas y el PSOE sobre la ley de amnistía, sobre la enmienda relativa al terrorismo, porque así «queda blindada». Y es que hay «enemigos», asegura, que quieren «evitar su aplicación».
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