Salvador Illa encabeza la delegación del gobierno catalán en la ofrenda al monumento de Rafael Casanova por la Diada
Cataluña
La defensa del catalán frente a «los ataques» de «las togas» centra los discursos en el arranque de la Diada
PSC, ERC o Junts han destacado que el catalán es un «pilar» de la sociedad catalana
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que ha anulado una parte importante del decreto lingüístico que blindaba la inmersión solo en catalán en las escuelas, ha centrado buena parte de los discursos de políticos y entidades durante la tradicional ofrenda al monumento a Rafael Casanova, el primero de los actos previstos para hoy con motivo de la Diada. Desde Junts, pasando por ERC o el PSC, han defendido la necesidad de defender la lengua ante los ataques y la «hostilidad» que está recibiendo
Es el caso del presidente del Parlament, Josep Rull (Junts), que ha reclamado una actuación «de firmeza y determinación» para proteger el catalán, una lengua que, según él, «está en peligro» y la decisión del TSJC «pone aún más en riesgo». Acompañado por los miembros de la Mesa del de la cámara catalana, ha denunciado también que Cataluña «no es plena ni libre» porque está siendo «golpeada en varios aspectos».
En este sentido, ha hecho referencia a la «anormalidad» derivada de la no aplicación de la ley de amnistía, y así lo demuestra, según Rull, que Carles Puigdemont y Lluís Puig no puedan volver a España. También ha aprovechado su intervención el presidente del Parlament para reivindicar la necesidad de «ampliar el perímetro de la nación» para construir una Cataluña inclusiva, «de aquellos que han nacido aquí y de aquellos que quieren que esta sea la tierra de sus hijos», un país que, en sus palabras, «no pregunta de dónde venimos, sino adónde queremos llegar juntos».
Por su parte, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha centrado su discurso en la necesidad de un Estado propio para proteger la lengua catalana frente a los «ataques» del España, que, según él, «está dispuesto a lo que haga falta» para debilitarla. Ha asegurado que se han cambiado las «bombas y fusiles» de 1714 por las «togas» actuales.
También Turull ha dejado claro que la lengua es «el nervio de la nación» y ha reafirmado el compromiso de Junts de «acabar el trabajo del 1 de octubre». Por todo ello, ha hecho un llamamiento a participar en la manifestación convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) esta tarde, porque cree que «hay más motivos que nunca para defender la independencia».
También ha hecho una defensa del catalán el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, especialmente «en un momento de incomprensión y, a veces, hostilidad» hacia la lengua que, según él, «nos une». Durante la ofrenda, Collboni ha defendido el uso social del catalán y su papel como lengua vehicular en la educación, subrayando el rol de Barcelona como capital cultural e identitaria del país.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha reiterado que la independencia, la prosperidad económica y la justicia social son «luchas indisociables». Ha reivindicado la necesidad de un transporte público y una vivienda dignos, además de la ambición nacional de Cataluña, que, según él, «la sociedad merece». En su discurso, ha unido todas estas causas como parte de una misma lucha por el futuro de Cataluña.
Desde el PSC, la portavoz Lluïsa Moret ha defendido una Diada «de todos y para todos», en una Cataluña «de todos y para todos». También ha subrayado la importancia del catalán como pilar de la identidad catalana y ha destacado la nueva etapa de «diálogo y acuerdos» iniciada bajo el gobierno socialista. En su intervención, ha abogado por una Cataluña que huya de «la confrontación y el odio que divide y debilita» y que apueste por la «prosperidad y el dinamismo».
Y desde el gobierno catalán, su portavoz del Govern, Sílvia Paneque, ha apostado por una Cataluña «cohesionada» y basada en la «convivencia» porque «ningún proyecto nacional es sólido si deja a alguien atrás». Durante su intervención, ha destacado la importancia de la lengua como elemento de cohesión y ha reivindicado la preservación de la democracia y la credibilidad de las instituciones. Paneque ha hecho un llamamiento a gobernar «con sentido común, ambición, consenso y eficacia», manteniendo vivo «el nervio nacional y civil» que ha permitido a Cataluña avanzar.