
El colegio de Las Teresianas
Sociedad
El edificio modernista de bajo coste de Antoni Gaudí en Barcelona
El Colegio de las Teresianas en Barcelona es una obra modesta del arquitecto catalán, construida con materiales sencillos por petición de la orden religiosa
Antoni Gaudí, el arquitecto catalán más célebre del modernismo, es conocido por obras icónicas como la Sagrada Familia, la Casa Batlló o el Parque Güell. Sin embargo, también diseñó edificaciones más discretas, aunque igualmente valiosas. Uno de estos proyectos es el Colegio de las Teresianas, un edificio inacabado que, originalmente, debía funcionar como colegio y convento para la orden de las teresianas. Actualmente, es solo una escuela y sus visitas están restringidas.
Un proyecto con un presupuesto ajustado
Situado en la calle Ganduxer, en el barrio de Tres Torres (Sarrià-Sant Gervasi), el colegio tiene una historia singular. Al igual que con la Sagrada Familia, Gaudí no fue la primera opción para diseñarlo. Enric Ossó, fundador de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, encargó inicialmente el proyecto en 1887 al arquitecto Joan Baptista Pons i Trabal. No obstante, un año después, Ossó decidió sustituirlo por Gaudí. La construcción finalizó en 1889, pero quedó incompleta. En 1908, el arquitecto propuso una capilla que nunca llegó a construirse por desacuerdos con la superiora del convento.
Con un presupuesto limitado y la exigencia de mantener la humildad del edificio, en sintonía con el voto de pobreza de las religiosas, Gaudí optó por materiales sencillos como piedra y ladrillo visto. A pesar de esta austeridad, logró una estética llamativa a través de la disposición de los elementos arquitectónicos.
Arquitectura funcional y simbólica
El Colegio de las Teresianas sigue una estructura de tres crujías, con una nave central que permite la entrada de luz al interior, similar a un claustro. Su diseño rectangular incorpora un eje longitudinal con arcos parabólicos, y la luz natural alcanza la planta baja gracias a la disposición estratégica de patios y desniveles. En el interior, las vidrieras tienen formas abstractas sin simbolismo religioso, mientras que en la fachada destacan las cenefas de ladrillo.
El edificio está protegido y declarado Bien Cultural de Interés Nacional. Actualmente, funciona como un centro educativo que ofrece formación desde infantil hasta bachillerato, manteniendo vivo el legado de Gaudí en una de sus obras más sobrias, pero igualmente emblemáticas.