Uno de los carteles contrarios a la policía que aparece en las redes sociales de Arran
Sociedad
Barcelona cede un centro cívico para una «jornada formativa» que versa sobre «el odio» a la policía
El líder del PP en Barcelona, Daniel Sirera, pide al alcalde Collboni (PSC) que tome medidas para evitar que los equipamientos municipales se conviertan en altavoces contra la policía y a favor de la okupación
Los cachorros de la CUP, Arran y Endavant (también vinculado a la formación antisistema) han celebrado su séptima escuela de formación, que se ha llevado a cabo el 21 y el 28 de marzo en Barcelona. Pero durante estos dos días no se ha hablado de educación, de formación profesional o de oficios.
La escuela de este año giraba en torno a los «cuerpos policiales y la represión». ‘Tout le monde deteste la police’ (todo el mundo odia a la policía) ha sido el lema de estas jornadas que, por cierto, se han celebrado en un equipamiento municipal, en el espacio Ca la Panarra, situado en el centro cívico de Les Corts. Al menos, la que se llevó a cabo el primer día. Para presentar las jornadas se editó un vídeo con un título ya de por sí muy explícito: «¿por qué odiamos a la policía?».
Así, por ejemplo, el día 21 las charlas que se llevaron a cabo versaban sobre «ACAB ahora y siempre: sobre la función de la policía» y «¿A quién persigue la policía?». El objetivo era explicar cómo los cuerpos policiales han sido «una herramienta de control de la clase trabajadora aquí en los Países Catalanes y en todas partes». E incluso aseguran que en el Estado español «se han perfeccionado y mejorado los diferentes cuerpos policiales y los métodos que utilizan». Y también se buscaba responder a estas preguntas: «¿A quién ha perseguido, torturado y encarcelado la policía española?, ¿Cómo lo ha hecho? ¿Por qué lo ha hecho?».
En la segunda jornada, la del día 28, y que se celebró en el Ateneu Popular de Les Corts, se llevó a cabo una conferencia con el título «¿Praxis policial o juego sucio?». Aquí se explica cómo las tácticas policiales tienen como objetivo el aislamiento de los individuos y la destrucción de las redes de apoyo. Y «cuando atacan a la disidencia política» utilizan instrumentos, aseguran, para «desactivar a la clase trabajadora». En este caso se preguntan a qué intereses responden estas prácticas; qué mensaje buscan enviar con «las torturas y las detenciones» y cómo hacerles frente.
Equipamientos municipales como «altavoces de odio», según el PP
El presidente del grupo del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, ha acusado al alcalde Jaume Collboni de convertir equipamientos municipales «en altavoces del odio a la policía». Por este motivo, le ha pedido que tome medidas, y cuanto antes, «para garantizar que los equipamientos municipales, especialmente los espacios juveniles, no se utilicen para promover discursos contra la policía ni para actividades de contenido ideológico».
Y es que Sirera lamenta que estos espacios, o la mayoría de ellos, están «politizados y al servicio de las mismas ideologías de la izquierda separatista más radical». Y ha puesto el ejemplo de Ca la Panarra, en el distrito de Les Corts, donde se ha celebrado una de estas jornadas, o el Bloc 17, en el distrito de Horta-Guinardó. Pero el dirigente popular considera que estas cesiones «son el peaje que Collboni paga por los apoyos puntuales de la CUP, ERC o los Comunes».
En cualquier caso, Daniel Sirera defiende que estos espacios deberían ser «neutrales, inclusivos y gestionados de forma profesional mediante concursos públicos», pero, en cambio, están siendo usados como «altavoces contra la policía o a favor de movimientos okupas». «El Ayuntamiento no puede mirar hacia otro lado mientras se utilizan recursos públicos para atacar a quienes nos protegen», ha advertido Sirera. Por este motivo, exige a Collboni que actúe con «responsabilidad» y garantice que todos los espacios municipales sean «verdaderamente abiertos, democráticos y libres de adoctrinamiento».