Un esqueleto de mamut lanudo, icono de la Edad de Hielo, en el Cosmocaixa de Barcelona

Un esqueleto de mamut lanudo, icono de la Edad de Hielo, en el Cosmocaixa de BarcelonaEFE

Ciencia

Un gigante de la Edad de Hielo se instala en Barcelona

El Cosmocaixa presenta el esqueleto de mamut lanudo que se incorpora a su colección

Un gigante de la Edad de Hielo ha llegado a Barcelona. En concreto, al Museo de la Ciencia Cosmocaixa de la capital catalana, que este lunes ha presentado un esqueleto fosilizado de un mamut lanudo de 3,5 metros de altura y 6 metros de longitud que se incorporará a su colección.

Se trata de un mamut que habitó en la estepa siberiana entre hace 40.000 y 50.000 años y convivió con los homo sapiens, y que desde ahora estará instalado en la sala Universo del museo, frente al bosque inundado. Según han explicado el director del Cosmocaixa, Valentí Farràs, y el responsable de Exposiciones de la fundación «la Caixa», Javier Hidalgo, este fósil fue encontrado en la región rusa de Tiumén en 2017.

Hasta ahora estaba en EEUU, pero el Cosmocaixa lo ha comprado por cerca de medio millón de euros. «Más que el coste, lo relevante es el valor que tiene el mamut, por la escasez en el mundo de algo parecido. No se han encontrado desde entonces más ejemplares», ha apuntado Hidalgo.

Todavía no tiene nombre, han señalado Farràs e Hidalgo: se lo pondrán los visitantes próximamente. En esta línea, Hidalgo ha destacado la importancia de que el mamut haya acabado en un museo de la ciencia para el disfrute y el aprendizaje colectivo y no en una colección privada.

Este mamut habitó en la estepa siberiana entre 40.000 y 50.000 años

Este mamut habitó en la estepa siberiana entre 40.000 y 50.000 añosEFE

Los expertos han destacado que no tuvieron duda en que debía hacerse un «gran esfuerzo» para conseguir un mamut «de gran valor visual estético y pedagótico», que es «una maravilla de la naturaleza que se sostiene en su posición original» y que es el mismo ejemplar que ya se pudo visitar en el Caixafórum de Tarragona durante el primer semestre del año, ha enfatizado Farràs.

El director del museo ha destacado que, más allá de hablar sobre los mamuts como especie, el esqueleto permite aprender e investigar sobre medio ambiente, sostenibilidad y evolución, particularmente en torno a cómo el ser humano convivió siendo homosapiens con estos animales.

Una extinción llena de incógnitas

Los primeros mamuts aparecieron en África hace 5 millones de años, y hace algo más de 3,5 millones salieron de este territorio y continuaron su evolución en otras zonas del mundo. Se considera que sus parientes lejanos son los elefantes y otros animales con trompa.

La evidencia científica hasta la fecha indica que lo que motivó su desaparición debió de ser una concatenación de factores, como el aumento de la temperatura global y el asedio de la caza, ya que en la Edad de Hielo eran una fuente importante de proteínas, grasa y piel.

Actualmente, los avances en el campo de la genética están dando lugar a nuevos descubrimientos y teorías y una investigación recientemente publicada en 'Cell' ha permitido recuperar material genético de seis grupos de bacterias presentes en ejemplares de mamut que han abierto la puerta a nuevas opciones sobre el papel que los microbios pudieron desempeñar en su extinción.

Por otro lado, existen otros proyectos en este campo que pretenden hacer revivir a los mamuts a partir del ADN obtenido de ejemplares bien conservados, aunque eso genera un debate ético sobre si debería hacerse o no y con qué objetivo, aparte del avance científico, han explicado desde Cosmocaixa.

Con motivo de la llegada del nuevo habitante, el museo programará en los próximos meses la visita para familias 'Cazadoras de mamuts', que incide en el trabajo de las personas especializadas en paleontología y arqueología para explicar las características principales de estos animales.

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