32 años de prisión para el hombre que mató a otro a tiros en Calonge para secuestrar y violar a su acompañante

El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de 32 años de prisión para el acusado de matar a un hombre de un disparo en Calonge (Gerona) el 12 de diciembre de 2020, de madrugada. El tribunal considera «deducible» que el asesino acabó con la vida de la víctima para tener vía libre para poder secuestrar y violar a su acompañante, una prostituta de un local de Platja d’Aro (Gerona).

El TS, como ya hizo el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña TSJC), desestima el recurso presentado por la defensa y avala la resolución dictada por la Audiencia de Gerona (AG). Este tribunal, siguiendo el veredicto del jurado popular, condenó al hombre por asesinato agravado, violación, detención ilegal y tenencia ilícita de armas.

La defensa alegaba que no se había argumentado bien que cometiese el asesinato para «facilitar la comisión de otros delitos», pero el Supremo lo desestima: aunque admite que las sentencias anteriores ofrecen una «explicación escasa» sobre este punto, es algo que se «deduce razonablemente» de la dinámica de los hechos, según la sentencia del TS recogida por ACN.

Una noche trágica

Según la sentencia, el acusado fue en moto hasta un prostíbulo de Platja d’Aro y allí ofreció 2.000 euros por pasar 24 horas con una de las trabajadoras, a condición de que ella le acompañara a su domicilio. La dueña accedió, pero pidió a un familiar de la chica que los llevara en coche hasta Calonge.

Al llegar a su casa, el acusado entró con la excusa de ir a buscar el dinero, pero lo que cogió fue una escopeta y munición. En 2016 se le había retirado el permiso de armas tras una condena por violencia machista, y aquella noche aseguró que cogió la escopeta «para cazar jabalíes».

Después, guió el coche hasta un camino en la urbanización Mas Pere de Calonge, donde fingió que entraba en una casa. Fue entonces –sobre las 2,30h– cuando sacó la escopeta y asesinó al acompañante de la chica disparándole a un metro de distancia. El hombre murió en el acto. La AG considera un agravante la actuación «rápida y sorpresiva» del asesino, aprovechando la oscuridad.

Una vez eliminado el «único obstáculo» –según lo describió el tribunal–, el acusado secuestró a la mujer, arrastrándola al coche y llevándola a un paraje solitario, donde la violó dos veces. Según el relato judicial, lo hizo «prevaliéndose del entorno solitario y del pánico que le había infundido», y la víctima «mantuvo relaciones sexuales con el acusado contra su voluntad, y solo por el miedo a que también la asesinara».

El tribunal gerundense también lo condenó por detención ilegal, ya que mantuvo a la mujer retenida más de seis horas: la obligó a pasar la noche con él dentro del coche. Hacia las 8h, una vez salió el sol, la mujer logró escapar «montaña a través» para pedir ayuda. La sentencia del Supremo concluye que «no hay otra explicación del suceso», por lo que inadmite el recurso e impone las costas procesales al procesado. La condena ya es firme, sin posibilidad de recurso.