El dato de Lérida que la acerca a Córdoba: su antigua catedral también fue antes una mezquita

La Seu Vella de Lérida, al igual que la emblemática catedral de Córdoba, fue construida sobre una antigua mezquita que, a su vez, se levantó sobre los restos de una catedral paleocristiana y visigótica. En 1149, tras la expulsión de los musulmanes de Lérida, fue consagrada como catedral.

El edificio actual data de 1203, aunque ha sufrido modificaciones a lo largo de los siglos. En el siglo XVIII, la Seu Vella dejó de ser un templo religioso para convertirse en cuartel militar, con lo que se desacralizó y los oficios se trasladaron a la nueva catedral, terminada entre 1761 y 1781. Por ello, la Seu Vella carece hoy de imágenes religiosas y funciona como un edificio civil.

Su arquitectura combina estilos románico y gótico. Su claustro es uno de los más grandes de Europa, y el campanario alberga siete campanas, dos del siglo XV —Mónica y Silvestre— y cinco de 1945 —Meuca, Marieta, Crist, Purísima y Bárbara—. Para acceder a la cima del campanario hay que subir 238 escalones. El 12 de junio de 1918 fue declarada monumento nacional. Durante la Guerra Civil, sirvió como campo de concentración.

Las tumbas de la Seu Vella

Aunque el templo carece de imágenes, sillería o retablos, conserva varias tumbas destacadas, como la de la capilla de la Epifanía o Requesens, construida en el siglo XIV por el obispo Guerau de Requesens y diseñada por Bartomeu Robió. Esta capilla, situada a la izquierda de la Puerta del Fillols, se amplió con un mausoleo obra de los escultores Pere de Sarabia y Joan de Palacios, encargado por Luis de Requesens, gobernador de Cataluña.

Luis de Requesens y Joan de Soler, alto funcionario real y segundo conde de Palamós, heredó títulos y propiedades familiares. Casado con Elfa de Cardona Anglesola y de Centelles, tuvo varios hijos, entre ellos Galcerán Luis y Estefanía de Requesens y Rois de Liori. Luis fue consejero del príncipe Fernando y gobernador de Cataluña hasta su muerte en 1509.

Estefanía, condesa de Palamós, se casó en 1526 con Juan de Zúñiga Avellaneda y Velasco, preceptor del futuro Felipe II. Su hijo mayor, Luis de Requesens, acompañó al hermanastro de Felipe II en la batalla de Lepanto y fue gobernador del Estado de Milán y de los Países Bajos, además de comendador mayor de Castilla.

En el mausoleo de la Seu Vella solo están enterrados Luis de Requesens y Joan de Soler. Tras su regreso a Barcelona, Estefanía trasladó los enterramientos familiares a la capilla del desaparecido Palacio Real Menor, conocido también como Palacio de la Condesa de Palamós, ubicado entre las calles Ataulfo, Vía Layetana, Plaza San Miguel y Las Ramblas.

Actualmente, la capilla Santa María de Palau, en la calle Ataulfo número 4, custodiada por los jesuitas, conserva los restos de Juan de Zúñiga Avellaneda, Estefanía y Luis de Requesens. El archivo familiar está depositado en el Casal Borja, centro de la comunidad jesuita en Sant Cugat del Vallès.