El edificio más destacable es la Iglesia de estilo románico Santa María de Siurana, aunque también sobresale el antiguo castillo árabe. Es conocido, de hecho, por ser uno de los últimos bastiones árabes de Cataluña. De esta época quedan restos de una fortaleza del siglo IX, que también funcionó como cárcel cristiana después de la reconquista.

Iglesia de estilo románico Santa María de Siurana

Tarragona

Cinco pueblos en los que perderte en Tarragona

Podrás encontrar historia, arte y ocio en estos pintorescos pueblos

Tarragona es una de las provincias de Cataluña más inexploradas. Sin embargo, su privilegiada ubicación, al sur de la comunidad, permite que sus visitantes puedan disfrutar de la combinación perfecta entre el mar Mediterráneo y la naturaleza montañesa del interior. Además, es un lugar lleno de historia, donde las villas medievales abundan, al igual que ruinas de la antigua colonia romana de Tarraco.
Si estás pensando en un viaje, Tarragona, es un lugar ideal que ofrece un poco de naturaleza, arte, historia, deportes y ocio. Estos son cinco pueblos de esta provincia que puedes visitar:

Horta de Sant Joan

Este pueblo está situado a 542 metros de altitud. Se encuentra muy cerca del río Algars y en el sur está el impresionante Parque Natural de Els Ports. El pueblo fue declarado Bien de Interés Cultural por su conjunto histórico y artístico. Entre los lugares que puedes visitar está la iglesia románica-gótica del siglo XII, el Centro Picasso, el Ecomuseu dels Ports, la antigua Prisión de la Horta y El Parot, un olivo que fue declarado como monumental por tener más de dos mil años de antigüedad. Es sin duda un lugar que no te puedes perder. El mismo Picasso, que pasó unas temporadas allí, así lo decía: «todo lo que sé, lo he aprendido en Horta (de San Joan)».

Miravet

Este pueblo, que tiene apenas 706 habitantes, es más conocido por ser el hogar de un antiguo castillo templario. Se trata del Castillo de Miravet, declarado Bien de Interés Cultural. Este se encuentra en lo alto de la colina del barrio antiguo, anclado a la roca por encima del río Ebro. Este castillo era una antigua fortaleza islámica que fue convertida en un castillo y un convento a mediados del siglo XII. Además de esto, Miravet tiene muy arraigada la tradición de alfarería, uno de los pocos pueblos en los que esto todavía se mantiene vivo. A lo largo del lugar podrás encontrar artesanos con distintas piezas. Por último, también puedes aprovechar y hacer un descenso en canoa por el río Ebro.

Montblanc

Este pueblo es la capital de la Conca del Barberà y forma parte de la ruta del gótico cisterciense. Visitarlo es hacer un viaje a la Edad Media, ya que toda su arquitectura está perfectamente conservada. Puedes ver iglesias, calles de piedra, la Plaza Mayor… Merece la pena recorrer todo el núcleo histórico. La iglesia de Santa María de Montblanc, que data del siglo XIV, está ubicada en lo más ato del pueblo y se puede hacer un recorrido por su muralla. Montblanc, además, está lleno de historia y leyendas, una de las cuales es la de San Jorge. La tradición catalana afirma que fue en Montblanc donde San Jorge mató al dragón, y por ello existe allí el portal de Sant Jordi.

Siurana

Siurana es considerado uno de los pueblos medievales más bonitos de España. También tiene uno de los mejores miradores de la península, el cual se levanta a 730 metros sobre el mar junto a los acantilados. Siurana tiene una fortaleza andalusí del siglo IX que formaba parte de la Marca Superior del al-Àndalus. Además, si te gusta escalar, también puedes hacerlo en este pueblo. Escaladores de toda Europa viajan a Siurana para practicar este deporte en los muros calcáreos.

Prades

Prades se encuentra a 940 metros de altura y está ubicado en el Baix Camp. En el pasado, Prades fue uno de los condados más importantes en la Corona de Aragón. Por ello este lugar tiene unas murallas impresionantes que rodean todo el casco histórico. Si lo visitas, puedes hacer un recorrido por la ermita de l'Abellera, que se encuentra incrustada bajo una cueva de rocas de la montaña. Asimismo, posee tradiciones preciosas muy antiguas, como el mercado medieval que se lleva a cabo en la plaza porticada desde el siglo XII. En esa misma plaza también hay una fuente que es un claro ejemplo y modelo del Renacimiento catalán. En julio se celebra la Fiesta del cava y durante esa noche, sale cava de la fuente en lugar de agua.
Comentarios
tracking