La vicepresidenta de la Generalitat y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra

La exvicepresidenta de la Generalitat y coportavoz de Compromís, Mónica OltraEFE

Claves

El nuevo curso político valenciano: Oltra ante el juez, municipales y unas autonómicas con olor a generales

Las encuestas aseguran que el PP recuperaría la Generalitat y la alcaldía de Valencia dependería de un puñado de votos

El curso político que ahora se estrena en la Comunidad Valenciana se prevé uno de los más tensos últimamente, con no pocos hechos que van a poner a la región en el foco mediático nacional.
El primero de ellos es de especial relevancia. Concierne a la exvicepresidenta plenipotenciaria del Consell, Mónica Oltra, acusada de encubrir los abusos de su exmarido a una menor de 14 años que estaba tutelada por su Departamento. La otrora árbitro de la moral pública tendrá que responder ante el juez sobre por qué no actuó su conselleria ante los indicios y denuncias que Teresa realizó.
Pero el calvario de la aún dirigente de Compromís, cuya cúpula presuntamente feminista apoyó tras ser imputada con un polémico baile en una fiesta personalizada, no queda ahí. Nueve días antes de su comparecencia en la Ciudad de la Justicia, la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo recibirá a la parlamentaria autonómica del Partido Popular, Elena Bastidas, que le hará llegar y conocer todos los pormenores de este polémico caso.
La delicada situación procesal de Oltra es, sin duda, uno de los factores clave que marcan estos meses en la arena política valenciana. Su tan forzada como involuntaria dimisión puso en un brete a su formación, el partido nacionalista e independentista de Compromís.

Elecciones municipales

En mayo del año 2023 se celebrarán las elecciones municipales y, probablemente, también las autonómicas. Respecto a las primeras, el panorama que, según las encuestas, se le presupone a los partidos que sustentan el pacto del Botánico (PSPV-PSOE, Compromís y Podem) no es demasiado alentador.
Y es que, si bien podrían conservar la alcaldía de Castellón, seguirían en la oposición en Alicante y podrían perder el Ayuntamiento de Valencia, la auténtica joya de la corona.
En Alicante, los partidos de izquierdas lo tienen sumamente difícil para arrebatarle el bastón de mando al actual primer edil, el popular Luis Barcala, ya que su gestión está bien valorada por sus vecinos. Además, la guerra fratricida en el seno de la agrupación socialista en la localidad entre Ferraz, Moncloa y el propio Ximo Puig, ha descabezado por completo el partido. Si no hay sorpresas, vía libre para que repita Barcala.
El alcalde de Valencia, Joan Ribó

El alcalde de Valencia, Joan RibóAyuntamiento de Valencia

Pero la batalla principal se librará en la capital. En Valencia, los estudios demoscópicos dan actualmente un empate técnico entre la suma de las diferentes izquierdas frente a la unión entre PP y Vox (Ciudadanos desaparecería en el Consistorio), si bien es cierto que la tendencia en las encuestas hacen ver un claro declive de Joan Ribó y un fuerte empuje de la popular María José Catalá, que, si continúa esta dinámica, tendría al alcance de la mano ser la próxima alcaldesa de Valencia.
Es precisamente Joan Ribó, que lleva siete años y medio como alcalde, quien protagoniza buena parte de las dudas. A sus 75 años, el dirigente de Compromís aún no ha confirmado si se presentará como candidato en mayo de 2023. De no ser él, no son pocas las voces dentro y fuera de la formación independentista las que colocan al diputado nacional, Joan Baldoví, una vez Oltra ya está fuera de toda actividad política, como alcaldable. Cabe recordar que Ribó, en consonancia con otros candidatos moralistas como Ada Colau, aseguró que solo estaría ocho años. De presentarse, optaría a estar doce.
Quizás por ello, consciente de su claro bajón popular y de su nula alternativa, Ribó se puso a disposición «urgente» de la vicepresidenta Segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de cara a integrarse en su nuevo partido, Sumar, una suerte de Podemos en edición de bolsillo.
Pero la negativa de Díaz a suicidar su recién nacida plataforma en mayo de 2023 hace indicar que será Ribó quien optará a ser reelegido alcalde Valencia.

¿Adiós al Botánico?

Las diferentes alcaldías son puntos clave para los diferentes partidos, sobre todo para socialistas y populares. Sin embargo, la presidencia de la Generalitat es el premio gordo, aquello por lo que los partidos ya están poniendo toda la carne en el asador.
Actualmente, en el Palau de la Generalitat está el socialista Ximo Puig, si bien su ejecutoria está condicionada por los apoyos de sus socios parlamentarios y de Consell, Compromís y Podem, la marca morada en la Comunidad Valenciana.
Desde junio de 2015, Puig ha sido presidente de la Región con relativa calma y estabilidad. Sin embargo, en la segunda legislatura (2019-2023) han sido constantes los desencuentros públicos y privados con los otros partidos a su izquierda, lo que ha convertido al Botánico en una bronca perpetua, aumentada tras la imputación de Oltra por encubrir, presuntamente, los abusos de su marido a una menor de catorce años.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en una imagen reciente

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en una imagen recienteEFE

Con este panorama, protagonizado por el desgaste del PSPV-PSOE y el descrédito hacia Compromís, el popular Carlos Mazón, actual presidente de la Diputación de Alicante, está en clara disposición de derrotar al Botánico y alzarse con la presidencia de la Generalitat Valenciana.
Las encuestas así lo reflejan. Así, Partido Popular no deja de subir a costa de engullir a Ciudadanos y de rascar votos de un Vox casi desconocido en la Comunidad, volver a contentar a antiguos abstencionistas e, incluso, lograr el trasvase de votos desde el PSOE. Por el contrario, los partidos del Botánico se estancan y ninguno de ellos logra mejorar los resultados de 2019. Es más, todos los empeoran tanto en intención de voto como en perspectiva de escaños.

Efecto nacional

Tanto para Partido Socialista como para PP, la Comunidad Valenciana es «clave» a la hora de alcanzar la presidencia del Gobierno. Por ello, no es de extrañar que tanto unos como otros vayan a centrar sus esfuerzos en convencer a los valencianos de cara a los comicios autonómicos y municipales, pero sobre todo con vista a las elecciones generales de finales de 2023.
Con más de cinco millones de habitantes, la Región se convierte en un importantísimo granero de votos e imprescindible para poder llegar a la Moncloa, solo superada por Andalucía, Madrid y Cataluña.
En referencia a Cataluña, son los socialistas los que parten con mucha ventaja, ya que sus resultados en generales, autonómicas y municipales superan con creces los de los populares. De hecho, la única diputada del PP por la circunscripción de Barcelona es Cayetana Álvarez de Toledo.
En Madrid, el PSOE es poco menos que un actor invitado. La fuerza sin parangón de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha dejado a la federación socialista madrileña como mero espectador, unido al tirón del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que aspira a revalidar el cargo, esta vez con mayoría absoluta.
Pero la gran victoria del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo es la mayoría absoluta conseguida por Juanma Moreno. El resultado histórico de 58 escaños, muy lejos de las estimaciones de Tezanos, supuso un espaldarazo a su gestión y un empujón para que Feijóo alcance la Moncloa.
Con todo ello, y atendiendo a las dinámicas que describen las encuestas, el curso político en la Comunidad Valenciana se podría convertir en uno de los que marquen la actualidad nacional.
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