César Soler, dueño del bar Lar Botánico, junto al cartel informativo sobre el Mundial.

César Soler, dueño del bar Lar Botánico, junto al cartel informativo sobre el Mundial.C.L.

Comunidad Valenciana  El dueño del bar que no emite el Mundial: «La ética tiene que estar por encima del fútbol»

César Soler indica que en Qatar «no se respetan los Derechos Humanos» y asegura que su decisión es «firme» aunque España llegue a la final

En el ensanche de Valencia se encuentra el bar Lar Botánico, inseparable a su fama de servir buenos almuerzos y a su tradición futbolera. Sin embargo, su dueño, César Soler, ha tomado la decisión de no emitir ningún partido de los que ya se están disputando en Catar con motivo de la celebración del Mundial de fútbol.
Y lo ha hecho por principios. El propio hostelero lo cuenta a El Debate: «La ética tiene que estar por encima de cualquier cosa y, sobre todo, del fútbol», asegura Soler.
Así, señala que ha llegado a este punto porque Catar es un país «donde no se respetan los Derechos Humanos fundamentales, las mujeres no tienen libertad para hacer nada y están a expensas de lo que les diga el hombre», lamenta.
En este sentido, el empresario también apunta como motivo la forma de elección que ha llevado al país árabe a ser el anfitrión de la cita mundialista: «Se está celebrando en noviembre, cuando todas las ligas están a mitad», critica Soler, quien detrás de este movimiento ve lo que califica como «el súmmum de la corrupción de la Fifa».

Sin ambiente de Mundial en las calles

Preguntado por cómo está reaccionando sus clientes habituales a que no vaya a emitir por televisión ningún partido, el hostelero afirma que el «cien por cien apoya la decisión» aunque, «seguramente, a alguien le habría gustado ver algún partido, pero todos nos están apoyando y lo entienden».
Este grado de respaldo no es fácil de obtener, ya que, cómo el mismo dueño del bar reconoce, «la cosa se ha liado porque el cartel ya se ha convertido en 'trending topic' después de que colgara en sus perfiles de redes el cartel hace “dos semanas», aunque lo tenía decidido «un mes y medio atrás».
Por último, Soler indica que el ambiente en las calles y bares no es el típico de cuando un Mundial está a punto de comenzar: «Lo normal es que una semana antes de la inauguración la gente ya vaya con banderas y las cuelguen en sus balcones, pero con Catar no está ocurriendo lo mismo, por lo que, siguiendo su línea de coherencia demostrada, muy posiblemente no vea «ningún partido ni en casa aunque España llegue a la final».
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