Detención del pirómano de El Saler
Valencia
La Guardia Civil detiene al pirómano de El Saler
La Policía Judicial y el Seprona mantenían un «control exhaustivo» en las entradas y salidas de la dehesa para finalmente dar caza al culpable de haber provocado nueve incendios en apenas dos meses
La Guardia Civil ha detenido a última hora de este miércoles al presunto pirómano de la Dehesa de El Saler. Al menos, al supuesto culpable de los dos últimos. Se trata de un varón, de nacionalidad española y 59 años de edad. La investigación sigue abierta y se ha decretado el secreto de las actuaciones, según ha informado el Instituto Armado, que ha afirmado que tanto la labor del Seprona como la colaboración ciudadana han sido «fundamentales» para dar caza al presumible responsable.
«Esto es inaudito e indignante. Un incendiario anda suelto», clamaban este fin de semana los vecinos de este bosque mediterráneo de 800 hectáreas perteneciente a la ciudad de Valencia donde se han producido nueve incendios en apenas dos meses. El terreno a cubrir ha sido enorme y los ojos de los habitantes de la zona, escasos: apenas habitan allí 2.000 personas, que temían que sus vidas sucumbieran pasto de las llamas o del humo.
Pese a ello, desde su asociación instaban a estar «vigilantes» ante cualquier situación o actitud «sospechosa». Las reiteradas actuaciones de los bomberos habían evitado que hubiese que lamentar víctimas mortales, pero el miedo era patente en la vecindad y la preocupación creciente entre las autoridades.
Tras el último fuego, tanto el Ayuntamiento de Valencia como el Gobierno de la Comunidad Valenciana exigían al Ejecutivo de Pedro Sánchez, y al titular de la Cartera de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que reforzara los efectivos de la Guardia Civil para poder dar con el o los culpables. Y es que, aunque se sospechaba por el modus operandi que el pirómano pudiera ser una única persona, no se descartaba que fueran varias.
Comunidad Valenciana
A la caza del pirómano de Valencia: «Hay un loco que quiere pegar fuego a El Saler»
La respuesta del Gobierno central fue la de poner en marcha un «control exhaustivo» en los accesos tanto de entrada como de salida de la Dehesa a cargo de la Benemérita, según señalaba este miércoles la delegada del Gobierno en la región, Pilar Bernabé, quien no dio detalles sobre el número de agentes. Sí especificó que la Policía Judicial y el Seprona investigaban el origen de los incendios mientras se acercaba el fin de semana, cuando muchos valencianos aprovechan para visitar el lugar.
Entretanto, la representante del Gobierno de Sánchez en la Comunidad Valenciana pedía «paciencia» al vecindario, al que había prometido que se iban a poner «todos los medios que tenemos por tierra, mar y aire», y aprovechaba para critica a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, por unas palabras efectuadas hace cuatro días.
Efectivos de Bomberos del Ayuntamiento de Valencia, el pasado lunes, en El Saler
«Hay un loco que quiere pegar fuego a El Saler», apuntaba entonces la regidora 'popular', quien añadía que «tenemos claro que hay una persona detrás que está provocando esos incendios». Según la delegada del Gobierno, «no son convenientes ni razonables determinadas declaraciones sobre la autoría de estos incendios», ya que puede haber más de una persona detrás. «Es mejor no hacer declaraciones al respecto, y yo pido un poco de cordura», apuntalaba Bernabé este miércoles.
Cañones de agua
Más allá del toma y daca político, desde el Consistorio ya habían tomado medidas para mitigar el impacto de estos sucesos en el futuro. Además del trabajo de la Policía Local, el lunes el Ayuntamiento adjudicaba por 246.151 euros a la empresa Sogeser Facility Services la instalación de un sistema para proteger la vegetación del fuego llamado Sideinfo. Se trata de un dispositivo basado en el uso de cañones de agua conectados a través de una red de canalización.
En concreto, se instalarán ocho torres con sus respectivos cañones de agua, que tienen la función de humedecer la vegetación en caso de condiciones meteorológicas adversas. Se instalarán progresivamente para proteger también los edificios y el centro escolar y de educación secundaria que hay allí, además de las vías principales del bosque, según explicaba el Ayuntamiento en un comunicado. Estas torres medirán entre 12 y 16 metros y suministrarán un caudal de 20,64 litros por segundo cada una.
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