El expresidente de la Generalitat Valenciana Eduardo Zaplana, durante la sexta jornada del juicio del caso Erial

El expresidente de la Generalitat Valenciana Eduardo Zaplana, durante la sexta jornada del juicio del caso ErialEFE / Jordi Ferrer

Los empresarios procesados en el caso Erial niegan cualquier vínculo comercial con Zaplana

Declaran que no han contribuido de modo alguno al ocultamiento del patrimonio del expresidente autonómico valenciano

La sexta sesión del juicio del caso Erial, en el que hay procesadas 15 personas, incluyendo al expresidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, se ha desarrollado con nuevas declaraciones que exculpan al exdirigente 'popular'. Se trata de las de varios empresarios del sector inmobiliario y hotelero, quienes han negado, este miércoles, haber mantenido ningún vínculo comercial ni haber contribuido a ocultar el patrimonio de Zaplana, como sostienen el fiscal y los investigadores.
La sexta sesión del juicio ha dado por concluida la fase inicial de toma de declaración de los quince procesados, de modo que a partir del viernes empezarán a comparecer los testigos citados, en primer lugar los investigadores de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.
El empresario del sector hotelero y propietario de cinco salones de peluquería a los que solía acudir Zaplana, Pedro Romero, está acusado de un delito de blanqueo de capitales por el cual se le pide una condena de cinco años de prisión.
Según documentos intervenidos en la causa, una mercantil supuestamente propiedad de Zaplana era partícipe de forma oculta en sociedades inmobiliarias de Romero que fueron adjudicatarias de fincas anexas a Terra Mítica (y en las que se construyó el complejo hotelero Asia Gardens), en Benidorm.

«Soy como el marido engañado»

Preguntado sobre este extremo, Romero ha lamentado: «Soy como el marido engañado, el último que se entera, no sabía nada de esto».
En su opinión, las cartas fiducia intervenidas por la UCO (a Francisco Grau, supuesto contable de Zaplana) en las que se hace constar que la mercantil Costera del Glorio (administrada por Barceló pero supuestamente propiedad de Zaplana) era propietaria de parte de sus sociedades «no son ciertas y no hubiesen tenido ningún recorrido».
Sobre el hecho de que aparezcan sus datos personales en esas cartas fiducia ha apuntado: «Creo que alguien quiso mediar en la venta de nuestro hotel (Asia Gardens), que jamás ha estado en venta. Lo que sí salió a subasta fue la deuda que teníamos con Bankia, que la compró un fondo buitre».
El expresidente de la Generalitat y exministro, Eduardo Zaplana, llegando a declarar en la causa conocida como caso Erial

Eduardo Zaplana, llegando a declarar en la causa conocida como caso ErialEuropa Press

Posteriormente, a preguntas de su abogado ha señalado: «No puedo llamar amigo a Zaplana, en todo caso conocido, un cliente distinguido como muchísimos de cualquier ámbito que teníamos en los salones; no he estado en su casa ni él en la mía, no he estado en un restaurante con él, no he colaborado jamás para ocultar parte de sus bienes, por Dios... Jamás».
El promotor francés Robert Bataouche, propietario de los áticos que, según el sumario del caso, trató de comprar Eduardo Zaplana a través de sus testaferros ha asegurado que jamás negoció nada con el exministro, sino con el amigo personal de éste Joaquín Barceló, que actuaba en calidad de administrador de las sociedades Costera del Glorio y Medlevante.
El precio pactado de los referidos áticos en documentos oficiales fue de 812.000 euros, pero el fiscal le ha mostrado un documento privado intervenido en la investigación en el que se indica «ático Zaplana» y un precio de 1,2 millones de euros. Sobre este papel ha dicho que no es suyo, «sino de la comercializadora» de esos inmuebles, y ha negado que percibiese esa diferencia en efectivo.
Preguntado por una reunión en Madrid en la que conversó sobre estos áticos con Zaplana, Bateouche ha explicado que quiso «encontrar una solución» al proceso de embargo bancario al que estuvieron sometidos esos áticos tras la crisis de 2008 y que el exministro intervino por si podía intermediar con el Santander.
El empresario Ángel Salas intervino en la red de empresas que constan en el sumario de Erial en una operación de venta de unas parcelas en Villajoyosa. El fiscal le ha preguntado por una carta fiducia en la que se expone la participación de un socio, cuyo nombre no se revela, en una sociedad en la que él tiene participación, pero este procesado ha negado conocer la existencia de ese documento.
La exdiputada del PP en Las Cortes y amiga de Eduardo Zaplana, Elvira Suanzes, que está acusada de blanqueo, ha negado haber mantenido ningún vínculo comercial o de negocios con las personas físicas o jurídicas de esta causa. «No conozco a nadie que viva en Andorra ni tengo nada que ver con ese país», ha declarado.
Suanzes ha admitido que mantiene una «relación personal afectiva» con Eduardo Zaplana, que conoce a Joaquín Barceló «desde hace más de 20 años» y que su única motivación en los contactos que mantuvo con él (dos correos y tres whatsapp, ha insistido) se debía a que su hermano Saturnino estaba asesorándole con un problema relacionado con una cuenta bloqueada en la banca andorrana BPA.
Su hermano Saturnino Suanzes, procesado que se defiende a sí mismo en esta causa, acusado de blanqueo y que se enfrenta a cinco años de prisión, ha negado haber actuado de intermediario de Zaplana con varios de sus supuestos testaferros.
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