Castell de Cabres, en Castellón
Un pueblo de Castellón comienza a gobernar de forma asamblearia
Castell de Cabres, el pueblo más pequeño de la Comunidad Valenciana, vuelve a regirse por el sistema de concejo abierto
El pueblo más pequeño de la Comunidad Valenciana no solo destaca por sus pocos habitantes, sino también en el plano político. Se trata de Castell de Cabres, el municipio menos poblado de toda la comunidad, con tan solo 19 personas censadas y que se encuentra en la provincia de Castellón.
Este pequeño municipio de la comarca del Bajo Maestrazgo se sitúa al norte de Castellón, colindando con la provincia de Teruel. Cuenta con tan solo ocho mujeres, 11 hombres y un menor de edad censados y una decena de calles. Además de por su escasa población, destaca por su sistema político, y es que el Consell ha aprobado recientemente la constitución de Castell de Cabres en régimen de concejo abierto.
Este modelo político es un sistema de organización municipal al que solo pueden optar pequeños municipios con menos de 100 habitantes censados. Se rigen por un sistema asambleario que hace a la vez de Pleno del Ayuntamiento. Son los vecinos los que toman las decisiones en lo que algunos denominan como «democracia auténtica».
Castell de Cabres es, de hecho, el único municipio de toda la Comunidad Valenciana que utiliza este régimen político. Por lo que esta localidad castellonense es doblemente especial en la terreta, por ser el pueblo más pequeño y por tener un sistema político diferente.
Además de la elección directa del alcalde o alcaldesa del municipio, lo más significativo de este modelo es el funcionamiento de la Asamblea. Está compuesta por todos los electores del municipio, que no tienen condición de cargo electivo, aunque sí deben abstenerse en los debates o votaciones de los asuntos en los que ellos estén relacionados.
Con este sistema, se celebra una asamblea como mínimo cada tres meses, en las que debe asistir por lo menos un tercio del número legal de sus miembros, para que se considere válida. Los acuerdos se adoptan por mayoría simple: más votos afirmativos que negativos.
Una calle de Castell de Cabres, en Castellón
Vuelta a la Edad Media
En España se llegaron a contabilizar más de 1.000 concejos abiertos en pueblos con menos de 100 habitantes que así lo habían decidido ellos mismos. Con la reforma de la Ley Electoral de 2011 se redujeron a 110, principalmente en Castilla-La Mancha, Castilla y León y Aragón, según los datos del Ministerio de Política Territorial e Interior. De hecho, la localidad de Castell de Cabres tenía ya este sistema político hasta la reforma de la citada ley.
Este sistema, proviene de la Alta Edad Media, es el heredero de los concejos, que estaban implantados en territorios cristianos en la Península Ibérica, cuando los vecinos se organizaban en asambleas y decidían todos los aspectos relativos al gobierno de cada localidad. En esa época se trataban temas como aprovechamiento comunal de prados y bosques con fines ganaderos y agrícolas y también los regadíos.
Panorámica de las ruinas del castillo de Castell de Cabres
Unión contra la despoblación
Castell de Cabres ha dado el paso de volver al concejo abierto ya que permite «la participación e implicación directa de toda la ciudadanía en la gestión de asuntos públicos, aumentado con ello su eficacia». Así lo explica el Ayuntamiento de la localidad en el expediente administrativo tramitado ante la Generalitat para solicitar este modelo político.
Lo que más le interesa a este pequeño pueblo es aunar fuerzas, ir todos a una por los intereses de la localidad, para combatir la despoblación. A los habitantes de Castell de Cabres no les interesa que haya oposición y diferentes partidos para tan pocos habitantes. El concejo abierto también constituye «un elemento de lucha contra la despoblación en un municipio que, por su localización geográfica, requiere de la mayor congregación de políticas públicas posible», añaden en el expediente.
En la localidad hay hasta tres partidos políticos que se presentan a las elecciones, con tan solo 18 electores. PSOE, Partido Popular y Avant Castell de Cabres eran las ofertas sobre la mesa en las últimas elecciones de mayo de 2023. Este último grupo fue quien se llevó la Alcaldía y dos de los tres concejales, dejando un último puesto en concejalía para el PSOE.
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