El comisario jubilado José Manuel Villarejo, este viernes, en Valencia

El comisario jubilado José Manuel Villarejo, este viernes, en ValenciaEFE / Jordi Ferrer

Caso Erial

Villarejo sostiene que la causa contra Zaplana es un montaje del CNI: «La verdad es la verdad»

Al ser preguntado si sostiene que el caso contra el expresidente de la Generalitat Valenciana fue una operación del Centro Nacional de Inteligencia, el comisario jubilado ha mantenido la postura que ya defendió en el Congreso

Un montaje del Centro Nacional de Inteligencia. Esto es lo que sostiene el comisario jubilado José Manuel Villarejo que trasluce tras el caso contra el expresidente de la Generalitat Valenciana Eduardo Zaplana.
Villarejo, quien ha acudido este viernes al juzgado en Valencia para declarar como testigo en el juicio del caso Erial (si bien tendrá que acudir próximamente porque hoy no le tocaba), ha mantenido la postura que lleva defendiendo desde hace tiempo y que exculpa al también exministro del Partido Popular, con quien se ha saludado a la entrada de la Ciudad de la Justicia de la capital del Turia.
«La verdad es la verdad», ha respondido Villarejo a los medios al ser preguntado por esa supuesta operación del CNI contra el exdirigente 'popular', quien le ha agradecido que declare en el juicio del caso Erial, en el que se investiga el supuesto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones derivadas de concesiones de ITV y parques eólicos de la Comunidad Valenciana.
Sobre si piensa que el caso Erial es un montaje contra el expresidente de la Generalitat, ha manifestado que por respeto al tribunal prefiere no pronunciarse hasta su declaración, pero ha afirmado a continuación que la verdad es la que es, «la diga Agamenón o la diga el porquero», manteniendo, así, la versión ofrecida en una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados.

Interés en «destruir» a Zaplana

Entonces, aseguró, a preguntas del diputado valenciano del PP Luis Santamaría, que «había un interés, no sé por qué, en destruir al señor Zaplana y se utilizó a un confidente del CNI sirio para ver las fórmulas». Unas palabras que, ha señalado, nadie ha probado falsas.
El expresidente de la Generalitat Valenciana Eduardo Zaplana, durante la sexta jornada del juicio del caso Erial

El expresidente de la Generalitat Valenciana Eduardo Zaplana, durante la sexta jornada del juicio del caso ErialEFE / Jordi Ferrer

«Luego la gente se queja y dice que miento y esas cosas pero nadie me ha probado ninguna de las cosas que he dicho como que eran falsas. Y luego, además, lamentablemente mi vida es tan pública que los diarios, las grabaciones... No puedo negar nada. Yo creo que ése es el miedo que tiene la gente sobre mi vida», ha explicado.
Villarejo ha admitido que no está siguiendo de cerca el juicio contra Zaplana, ya que tiene más de 40 causas pendientes con la Justicia, pese a las cuales, ha aseverado, sigue creyendo en el Estado de Derecho. «Si no, es un caos», ha abundado el expolicía, que volverá a Madrid antes de que le toque declarar como testigo del juicio de Erial.
«El tiempo nuestro no es importante. El tiempo importante es el de los señores que dirigen el tinglado. Es que es la vida», se ha quejado a los periodistas sobre el hecho de que la Audiencia no le hubiera comunicado que hoy no debía acudir a declarar.

La sobrina de Paesa desmiente Belhot

Quien sí ha declarado hoy en la Ciudad de la Justicia ha sido la sobrina del espía Francisco Paesa. Beatriz García Paesa, gestora financiera, ha sostenido ante el juez en calidad de testigo que ella no sabía que los fondos que gestionó en Luxemburgo pertenecieran al expresidente autonómico, como considera la Fiscalía Anticorrupción y contradiciendo lo apuntado este jueves por el gestor uruguayo Fernando Belhot.
«Nadie me habló jamás de él. Su nombre no fue mencionado por ninguno de los intervinientes», ha apuntado a través de una videoconferencia, en alusión a lo que pudieran haberle dicho el resto de procesados sobre expolítico del PP.
García Paesa ha afirmado que fue Juan Cotino, entonces director general de la Policía, quien llevó en mano alrededor de 650.000 euros a Luxemburgo en 2001 para constituir dos sociedades, Imison y Fenix. Es a través de estas empresas como la acusación cree que se canalizaron las comisiones ilegales de la privatización de las ITV.
Comentarios
tracking